El primer paso para iniciar un proceso de sanación o cura es diagnosticar con claridad la situación que se desea enfrentar.
Solo un diagnostico correcto, que mire todas las aristas de un problema, podrá ayudar a resolverlo con éxito.
Si el diagnostico dice que existe una infección bacteriana, es casi seguro que será necesario recetar un antibiótico.
Pero, hay antibióticos potentes que afectan el estómago, por lo que de seguro habrá que completar la cura con un inhibidor de secreción ácida.
El dolor de una muela, por ejemplo, no debe combatirse con un analgésico, sin previamente ver el estado de situación de la muela.
Es posible que sea necesario quitar una carie, o hacer un tratamiento de canal o simplemente cepillarse bien tres veces al día.
Pero, es posible que sea necesario sacar de raíz la muela, para que ya no duela más, para que no afecte a otras piezas.
Sólo un buen diagnóstico puede decirnos efectivamente cuál es el tratamiento adecuado.
Si un mal o situación dura meses, incluso un par de años, y no se encuentra solución, es porque el diagnóstico está mal. O equivocado. O es parcial.
El diagnóstico no debe ser teoría, ni palabrería, ni justificación, ha de ser sincera observación del malestar, la enfermedad o situación.
Precisamente, en muchos ámbitos del sistema político dominicano el principal problema es la ausencia de un diagnóstico correcto.
Así, hay quienes ven en una ley de partido la solución de los problemas partidarios.
Pero, ¿podemos hacer por decreto que la sociedad sea democrática? ¿Basta legislar para que la gente sea respetuosa de las reglas del juego?
Podemos tomar el caso del PRD y sus meses de crisis interna.
¿Qué impide una solución en dicho partido? Según el diagnostico de muchos la situación la han causado fuerzas externas.
Dicen algunos que el PLD, Leonel, Danilo o el gobierno son los culpables de los problemas internos del PRD.
Si los perredeístas se quedan en este diagnostico la solución del conflicto es sencilla: antibiótico con el partido y expulsión de la "Quinta Columna".
Sí, simplemente, se identifica la fuente de la influencia externa y se erradica, se expulsa, se elimina del partido.
Pero, eso se ha intentado y no se ha logrado erradicar la fuente del conflicto.
Habría que preguntarse, entonces, si ciertamente la influencia externa la fuente principal de la crisis.
¿Lo es? Creo que puede demostrarse que los intentos de influir un partido en otro en el país han sido permanentes, forma parte del contexto.
En la historia dominicana los intentos de influir para dividir un partido han sido múltiples. El tema se inicia con Balaguer, pero no solo.
Desde el poder a Hipólito se le acusó de influir en el PRSC para quedarse con los despojos dejados por Balaguer.
En los casos de contradicciones internas dentro del PLD se habló de ofertas de acuerdos realizadas por grupos dentro del PRD a grupos internos del PLD.
Como quien dice que se puede decir que las influencias externas son una constantes, un dato del sistema político.
La pregunta se cae de la mata: si las influencias externas es una constante durante todos los gobiernos, ¿porqué al PRD le ha afectado más que a otros partidos?
La respuesta puede ser que simplemente las influencias externas no son el factor principal del diagnostico del mal que aqueja al PRD.
Que no han sido efectivas las medicinas que se han administrado, porque parten de un diagnóstico incorrecto o al menos muy limitado.
Cuando un cuerpo tiene problemas para procesar las infecciones es fácil presa de las bacterias que normalmente están en el ambiente.
Pero, no son las bacterias las culpables del malestar del cuerpo. Usando medicamentos contra las bacterias no se resuelve el tema de la debilidad inmunológica de ese cuerpo político.
No es aislándose como resuelve el problema, sino curando el sistema inmunológico, logrando que el cuerpo funcione mejor aun en presencia de bacterias.
Ese es el verdadero reto del PRD de cara a su convención.
Ramón Tejada Holguín
Miércoles 8, Enero, 2014
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