Entrevista dada por Ruth Herrera, directora de Prisa Ediciones en Rep.
Dominicana, para la serie “Reinvención de las editoriales” publicada en Ventana
del Listín Diario bajo la firma de Indhira Suero.
Esta es la versión íntegra.
¿Qué opina sobre el mercado editorial en RD? ¿Qué retos
enfrenta?
Sin lectores no hay mercado editorial. Este ha sido y es el
mayor reto con el que convivimos. Otro es el desarrollo y expansión de internet
y los dispositivos digitales, un territorio libre paralelo al tradicional
mercado editorial. Y hay que convivir con los libros-PDF, “obra” de piratas que
no da tregua.
¿Cómo hacer que la demanda por los libros de autores
dominicanos crezca en la población?
Hay que empezar a leer libros desde niños y para eso
necesitamos un mejor sistema educativo. Luego a los autores hay que darlos a
conocer, promoverlos y venderlos, o sea despertar el interés por su obra.
He leído y oído críticas absurdas al márketing que hacemos las editoriales. Sin
estas campañas, ¿cómo se atrae al público, cómo se pegan los nombres de los
escritores, invisibilizados por tantas figuras mediáticas de la música, los
deportes, del cine y la televisión, de la sociedad rosa, de la política?
¿Qué importancia tienen las nuevas tecnologías en el
mercado editorial de RD?
Toda la importancia, en este país y en todo el mundo. Las
tecnologías ya han cambiado la escena del comercio del libro, como hicieron con
el de discos. Experimentamos y presenciamos un salto tal como el de Gutenberg,
de los libros copiados a mano -destinados a la nobleza y a los altos
dignatarios de la Iglesia- a la imprenta. Las nuevas tecnologías hacen que
difundir lo que se escribe esté al alcance de millones de personas.
¿Deben los escritores dominicanos financiarse sus
libros o cuentan con el apoyo para esto?
Los escritores no deben financiarse sus libros, pero con
frecuencia no tienen más remedio que hacerlo. Hay apoyo, obviamente no
suficiente para satisfacer a todos. También habría que distinguir entre
escritores con vocación, talento y trayectoria, de tanta gente que escribe algo
y quiere publicar. Porque parecería que tenemos más escritores que lectores en
este país. Lo ideal sería que existieran editoriales pequeñas, editoriales
universitarias, de fundaciones… pero no es el caso. En nuestra editorial
apoyamos a los escritores dominicanos, pero es materialmente imposible publicarlo
todo.
¿Qué labor realiza su editora para apoyar a los
escritores dominicanos?
Publicamos autores dominicanos. Somos una editorial con todas
las de la ley. Pagamos adelanto y regalías a los escritores en función de sus
ventas. Leemos numerosos textos, los evaluamos y escogemos los que consideramos
más adecuados y más merecedores de conocerse por su nivel de calidad. Nuestros
procesos de corrección y revisión son exhaustivos; editamos tomándonos en serio
el asunto y de la mano con el autor, que tiene la ganancia de trabajar con un
editor. Difundimos y promovemos su persona y su obra. Así
hemos contribuido a elevar el nivel de escritura y la calidad en la literatura
dominicana.
¿Qué opinión le merecen
las editoriales independientes o culturales?
La editorial que represento es una editorial
cultural, en el sentido de que hace aportes a la cultura con sus publicaciones.
En el caso de las editoras independientes tienen un rol que cumplir sacando a
la luz autores que por otras vías no tienen salida. En su contra padecen la
realidad económica y el mercado, que no les permiten afianzarse y prosperar.
¿Cómo sobrevivir y tener rentabilidad si no se cuenta con fuentes de
financiamiento, a falta de un mercado lector autosostenible? Vivimos en el
capitalismo y hay muchos focos de atención que compiten con el libro y la
lectura.
¿Cómo se pueden “reinventar las
editoriales” en RD?
En el mundo globalizado ya lo están haciendo.
Es posible que el modelo de editorial conocido hasta ahora –el de libros en
papel- se esté tornando limitado ante las posibilidades abiertas por la
tecnología. Hay que pasar a producir libros digitales con todas las
aplicaciones interactivas y multimedia que van desarrollándose, a la vez que se
publican libros impresos. Siempre habrá parcelas de la población que gustarán
de los libros y seguirán comprándolos y atesorándolos.
Los escritores
también deben reinventarse: un blog llega a tener un número de lectores que ya
quisieran para sí muchos libros publicados. Para pensar, ¿no?
4 de julio 2013