El 26 de marzo del año 2001 el doctor Flavio Darío Espinal declaró en el periódico El Siglo que para reformar la Constitución de manera democrática lo que se necesita es "un mecanismo que combine dos cosas: por un lado, que la Asamblea Nacional sea la que tenga la atribución de hacer las reformas, pero que al mismo tiempo cualquier reforma a la Constitución sea sometida a un referéndum constitucional. Yo creo profundamente en el papel de la ciudadanía, como sancionador último de cualquier norma, o cualquier institución o cualquier procedimiento de la Constitución, porque ésta es la que define la comunidad política y por tanto debe tener una función popular de la manera más amplia posible". En aquella época yo escribía la página de análisis político de la edición dominical del diario “El Siglo” y me tocó hacer varios análisis sobre los intentos de reformar la Constitución sin participación de la gente. En varios de esos análisis cité a Flavio Darío, porque me identifiqué con su visión de que la ciudadanía debe jugar un papel como sancionador último del proceso.
Espinal es miembro de la comisión de especialistas en materia constitucional encargados de preparar, mediante las consultas que fueren necesarias, las propuestas de modificación de la Constitución. Flavio y gran parte de los miembros de esa comisión tienen la gran responsabilidad de garantizar una consulta amplia y democrática. Entre las personas que pertenecen a la comisión de juristas hay quienes tienen una tradición de participación. De los juristas que conozco puedo decir que Aura Celeste Fernández, César Pina Toribio y Luis Gómez se han colocado en muchas ocasiones al lado de las fuerzas del progreso.
Milton Ray Guevara y Eduardo Jorge son antiguos directores de FINJUS que hicieron su contribución en materia de institucionalidad y de participación de la ciudadanía en el mejoramiento del sistema jurídico dominicano. Pelegrín Castillo y Licelot Marte vienen del mundo de la política y parlamentario por lo que se supone que saben la importancia de que la gente se sienta que participa, y la legitimidad que esa participación brinda a cualquier proceso político. José Darío Suárez es un jurista de Santiago que ha participado en consejos directivos de varias instituciones de esa ciudad, y hay servidores públicos de reconocida trayectoria como Raymundo Amaro Guzmán y Julio César Castaños.
Como se ve en este equipo hay gente que conoce la importancia de la participación de la ciudadanía, que en su trayectoria han tenido que aprender a escuchar y tomar decisiones a partir de una diversidad de pareceres. Apelo a esa trayectoria y experiencia para solicitarles que sopesen las críticas que se le han realizado al cuestionario base de la consulta y al secretismo que se mantiene en cuanto a la forma en que se abordarán sus resultados. Un cambio constitucional define la comunidad política, como dijo Flavio Darío, y por tanto la ciudadanía debe participar de la manera más amplia posible, no debe ser relegada, ni tratada como si sólo fuesen capaces de decir sí o no a una serie de preguntas.
El Caribe
19 de Octubre
Ramón Tejada Holguín es ciudadano