La relación partidos y sociedad civil es muy compleja, y no puede ser analizada en función de hechos puntuales o la acción y preferencia de una persona dentro de una organización. Que conste, la neutralidad no existe y eso no es grave. Lo grave es cuando los directivos de algunas organizaciones anteponen sus preferencias partidarias a los intereses de los grupos que dicen representar, pero, ¿está ocurriendo eso en Participación Ciudadana?
El sistema político dominicano tiene imperfecciones evidentes. La forma en que los partidos se relacionan entre ellos no estimula la democracia y los procesos de ciudadanización, más bien refuerza el clientelismo y una visión de la política como guerra de exterminio. Los indicadores son variados y múltiples. Bien harían los partidos en aceptar la observación de organizaciones civiles. Hay políticos y políticas que lo entienden y aportan su granito de arena para tener mejores partidos.
En las organizaciones civiles se da la lucha por el poder, se enfrentan opciones, y hay multiplicidad de grupos. Hay quienes tienen el corazoncillo favorable a uno de los partidos mayoritarios, y quienes sienten dolor por la ausencia de una tercera fuerza y hay los menos, que creen que las organizaciones civiles son los nuevos mesías.
Hay pues de todo, dentro de todas las organizaciones. Pero, el punto básico para evaluar una organización, además de las personas que la dirigen en un momento dado, es la forma en que esa organización se articula internamente para cumplir con su misión.
Sabiendo que no somos suizos, entendiendo que es normal que quien desee un democracia de calidad asuma una opción determinada, sostengo que los arreglos institucionales de Participación Ciudadana han permitido que, independiente de las preferencias de cada uno de sus miembros, la institución juegue un rol de primer orden en la trasparencia de los procesos electorales.
Permítaseme una digresión: Técnicamente la Junta Central Electoral ha dado evidencia de ser eficaz, pero creo que hay indicios de que lo ha sido a un costo económico muy alto y que con menos dinero se puede hacer un trabajo similar. Participación Ciudadana no solo observa partidos, observa el comportamiento del organizador del proceso.
Continuando: lo que deseo establecer es que todos los análisis muestran que el Sistema Electoral Dominicano no tiene problemas de orden técnico, que sus problemas son de orden político. Un orden en el cual todos los actores (partidos, gobierno, justicia y ciudadanía) tienen un rol que desempeñar, y de la calidad del desempeño de ese rol, dependerá la calidad del proceso electoral.
No neguemos que el Sistema Electoral Dominicano está dando signos de exclusión e intentos de desestimular la participación de la ciudadanía. Es en ese espacio en el que la sociedad civil, con Participación Ciudadana a la cabeza, tiene el derecho de participar como observador electoral, como siempre lo ha hecho. Impugnarla es meter un ruido innecesario en esta campaña electoral que esperamos no desborde las pasiones.
Ramón Tejada Holguín
El Caribe
Perspectiva Ciudadana
14 de febrero 2012