Las relaciones prensa y gobierno nunca han estado exentas de tensiones en casi todas partes del mundo. La radio, la televisión y los medios escritos de tendencia conservadora no le sacan el guante a Obama. El diario El País hace unas semanas pidió que Zapatero se vaya del gobierno.
En Gran Bretaña, un diario sensacionalista cerró luego que se le demostrara que ejecutivos de ese medio llegaron a espiar a la familia real tras la búsqueda de noticias.
WikiLeaks es el gran cuco del Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica. Aun en países democráticos, gobierno y prensa han marchado hacia un desencuentro, más aún en esta época de crisis mundial.
En algunos casos, las tensiones se basan en los intentos de los grandes intereses corporativos e ideológicos de promover valores y políticas económicas distintos a los gobernantes. Un ejemplo es la cadena Fox en EE.UU. y los predicadores defensores de intereses ultraconservadores frente a las políticas de Obama.
En República Dominicana, cada vez más grupos corporativos, dueños de medios de comunicación, los usan en función de sus intereses grupales. Por suerte no hay un grupo único que monopolice los medios, por lo que existen rendijas por donde se cuelan comunicadores y comunicadoras sociales de diversas tendencias. Pero sus márgenes de libertad son limitados cuando se refieren al papel de los grupos empresariales dominicanos y tienen mayor nivel de criticidad con respecto al gobierno.
Por ejemplo, en el cable 35414 del 27 de junio 2005, enviado por la Embajada de EE.UU. en RD al Departamento de Estado y filtrado por Wikileaks, se dice que “las acciones que normalmente serían llevadas a la acción judicial en EUA por abuso de información privilegiada y prácticas corruptas ocurren con frecuencia y forman parte de la ‘práctica normal de hacer negocios’ en RD”.
Este cable no ha sido debatido al mismo nivel y con la misma profusión que los cables que tratan las cuestiones directamente políticas. Es inevitable, en este contexto en que las grandes corporaciones tienen mayor nivel de control, que las cuestiones políticas sean más debatidas, lo cual es un paso importante para la libertad de prensa; pero el control corporativo existe y pocos hablan del tema.
En efecto, sostengo que el tema es más complicado de lo que aparenta y en la ecuación que relaciona prensa a gobierno hay que incluir a los grupos corporativos e intereses empresariales, lo cual es una tarea por hacer en República Dominicana.
Mientras tanto, en un país como el nuestro, donde existen tantas fallas del estado de Derecho y en la Justicia y donde el clientelismo está generalizado, el tipo de periodismo que hacen Nuria Piera y Alicia Ortega es necesario, porque juega un papel importante en el adecentamiento del Estado.
Pero, todos debemos entender que es necesario que exista una gran pluralidad ideológica en la prensa dominicana. La democracia se construye manejando las tensiones y aceptando la diversidad de pareceres.
Ramón Tejada Holguín
El Caribe
Perspectiva Ciudadana
6 septiembre 2011
Imagen tomada de
Nova Nacional.