En la última década del siglo pasado y la primera del actual se observó la confluencia de las organizaciones políticas en el centro de la línea que separa la izquierda de la derecha. Muchos hablamos y documentamos la ausencia de ideología, las similitudes de las propuestas partidarias y su vaciedad. ¿Siguen igual las cosas?
Algunas personas insisten en decir que el fenómeno se repite en la actualidad. Hay quienes sostienen que los candidatos con mayores probabilidades carecen de propuestas, y quienes plantean que los programas electorales de ambos tienden a coincidir en la nimiedad. Pero, ¿será cierto?
Esas personas analizan este proceso electoral con las herramientas viejas y sin ver sus novedades y diferencias con respecto a los anteriores. Hay que hacer un esfuerzo de análisis de la coyuntura y los discursos de los candidatos para notar que existen aspectos singulares que deben ser estudiados.
Asumir la simpleza de los discursos y decir que todos son iguales tiende a fortalecer y beneficiar a quien carece de propuesta, oferta generalidades, acentúa por encima de todo la negación y tiene un pobre manejo de las promesas que sus técnicos escriben.
Si escucho y observo a Hipólito Mejía respondiendo las preguntas de Huchi Lora y Amelia Dechamps en Telesistema el jueves y el viernes de la semana pasada, encuentro elementos para hablar de la ausencia de una visión de conjunto de la economía dominicana y de las políticas sociales. No me crea, estudie atentamente la entrevista que puede encontrar en la internet en las páginas que promueven la candidatura de Mejía.
Si escucho a Danilo Medina sostener que es necesario redefinir el tipo de turismo dominicano y convertirlo en la locomotora de los demás sectores productivos para crear empleos de calidad, deberé admitir que tiene una propuesta de cambio del modelo económico y relaciona políticas sociales con el mercado de trabajo. La pregunta que deberíamos hacerle es cómo lo hará. Pero, jamás negarle que hace una oferta distinta a la de Hipólito y el PRD, y más consistente.
La propuesta de Mejía sobre las políticas sociales en ocasiones parece centrarse en Solidaridad y las diversas ayudas que ofrece el gobierno a los grupos más pobres, desde Comer es Primero al Incentivo a la Educación pasando por el Desayuno Escolar.
A pesar de que hace unos meses sugirió que eliminaría Solidaridad, ahora la defiende y vende la idea de que fue su creador. En la inauguración del local de su campaña en Santo Domingo Este sostuvo que creará “La Morena”, una tarjeta asistencial en homenaje a José Francisco Peña Gómez.
Medina ve más allá de Solidaridad y coloca el énfasis en mejorar la calidad de la educación como sostuvo en la AIRD. Mantiene, además, que la creación de empleos (tomando el turismo como locomotora) es la mejor y más duradera manera de reducir la pobreza. Reconozcamos que hay propuestas distintas, y centremos el debate en la viabilidad de las mismas y la credibilidad del proponente.
Ilustraciones: Pinturas de Vladimir Kush