El año pasado la lucha por un 4% del PIB para educación fue el punto más novedoso, encantador y con potencial para convertirse en los cimientos de un movimiento social que ayude en la conformación de una ciudadanía más activa y responsable. La movilización y participación a favor del 4% puede contribuir al mejoramiento de la calidad de la democracia vía su ejemplo y constancia. Para lo cual las organizaciones que han promovido exitosamente este movimiento deben hacer un balance sopesado y desapasionado, que permita identificar sus potencialidades y los retos que se avecinan.
Humildemente creo que hay que evitar el desencanto, que puede sobrevenir cuando se piensa que la lucha es para conseguir todo o nada. Debemos reconocer que al vaso medio vacío de la calidad de la educación se le ha echado un poquito de agua. La lucha por el 4% logró que el Poder Ejecutivo se comprometa a aumentar el presupuesto destinado a la educación para este 2011, un aumento nada despreciable de 10 mil millones de pesos. Ese es un resultado tangible.
El movimiento, también, demostró que en el seno de la sociedad dominicana hay un consenso sobre la necesidad de invertir más en educación y mejorar la calidad de la misma. Cada vez se le hará más difícil a los gobiernos dominicanos (no importa del partido que sean) obviar la inversión en educación. Ahora bien, el movimiento debe consolidar sus triunfos y prepararse para pelear para que en el presupuesto de 2012 se destinen los recursos necesarios para el sector educativo. No debemos bajar la guardia, hay que promover la visión de que participando sí se logran determinadas reivindicaciones.
¿Qué hacer?
En primer lugar, es necesario fortalecer el "Observatorio para el Seguimiento y Monitoreo del Presupuesto Público del Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd)", que auspician el Foro Socioeducativo (FSE) en coordinación con el Centro Juan Montalvo. Hay que garantizar que el dinero asignado al Minerd sea usado para mejorar la calidad de la educación. Este observatorio permitirá lograr un uso más eficiente de los recursos disponibles y al mismo tiempo ayudará a demostrar que efectivamente se necesita un aumento sustancial de los recursos destinados a la educación dominicana.
Este observatorio debe colocar como uno de sus puntos nodales garantizar que el aumento prometido por el Presidente para julio de este año se haga efectivo. En segundo lugar, las informaciones provenientes del observatorio deben ayudar a establecer con claridad meridiana a cuáles áreas es necesario destinar el aumento solicitado. No se trata de una reivindicación demagógica y con fines de fastidiar al gobierno, queremos un 4% del PIB para educación que se use con eficiencia, equidad y para mejorar la calidad de la educación pública.
Finalmente hay que entender, y hacer que la ciudadanía comprenda, que la lucha por un 4% del PIB para educación, no es esencialmente una lucha legal, sobre la que deben pronunciarse las instancias de la Justicia, es una lucha legítima a favor del desarrollo socioeconómico de la nación.
Para ver una conversación sobre el tema en el programa Ojalá, hacer click en este enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=lr4nMJVwN4MRamón Tejada Holguín
El Caribe
Perspectiva Ciudadana4 Enero 2011