El 14 de mayo del 2009 Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado firmaron el pacto de las corbatas azules.
Su firma dejó abierto el tema de la reelección y evitó que fuera solucionado de una vez y por todas, porque se hizo de espalda al consenso existente en el liderazgo político y social de la época.
En efecto, en la Constitución Dominicana se había consignado el modelo estadounidense: opción a una reelección y luego nunca más.
Dicho modelo gozó del beneplácito de todos los actores del sistema, por lo que sería muy difícil su modificación en el futuro.
El 9 de octubre de 2006 Leonel Fernández, a la sazón presidente, convocó a una gran consulta popular para conocer la opinión ciudadana sobre la reforma constitucional y sus diversos aspectos, incluyendo la reelección.
Sobre la reelección, los resultados fueron que en la mayoría de los 154 municipios existentes en el momento, las personas deseaban que se quedará como estaba. Un 11 % quería que existiera la reelección de manera indefinida, un 13 % eligió que fuera consecutiva dejando pasar un período (así se escribió en el cuestionario). Un 10 % quería reelección indefinida y un 48 % quería que se quedará como estaba, dos mandato y después nunca más.
En aquella época solo Hipólito Mejía y Leonel Fernández saldrían beneficiados de un cambio constitucional del sistema de reelección, pero más que nadie Leonel Fernández como se evidenció. Ya que la eliminación del "nunca más" los habilitaba como potenciales candidatos en el futuro.
El Pacto de las Corbatas azules no solo desconoció los resultados de la gran consulta popular convocada con bombos y platillos por Fernández, sino que desconoció, también el consenso del liderazgo político dominicano y el de la sociedad civil: crecía el acuerdo de que cada presidente optara por un nuevo mandato y después nunca más.
Cierto, el pacto de las corbatas azules tuvo sus aciertos y sus desaciertos. Contribuyó a destrabar el proceso en aquel momento. Pero, no era necesario incluir la reelección entre los temas del pacto, ya que había consenso en el liderazgo político y social de que quedará tal cual estaba. Su inclusión era de exclusivo interés personal de uno de los firmantes: Leonel Fernández.
Fue así, que aquel Pacto que no tomó en cuenta a la ciudadanía, dejó inconcluso el tema reelección con la intención de favorecer a Fernández.
Hoy el reclamo del retorno a la formula anterior es el doble de lo que era en el momento de la consulta ciudadana de 2006. En esta coyuntura el liderazgo político y social tiene la oportunidad de responder con responsabilidad a la ciudadanía.