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El Director de Presupuesto Luis Reyes, ha sido
bien claro, la Ley General de Presupuesto del Estado Dominicano para el 2019,
fue elaborada teniendo como norte la necesidad de mantener la estabilidad
fiscal y macroeconómica de la nación, que sea un instrumento de desarrollo pero
que refleje correctamente el nivel de los ingresos del estado, sin dejar de atender
las necesidades básicas de la ciudadanía dominicana.
Sin lugar a dudas es un presupuesto ajustado a la
capacidad de pago del Estado Dominicano, además busca fortalecer el clima
favorable a la inversión, tanto nacional como extranjera, que existe en el
país.
No se debe olvidar que todo presupuesto de todo
país se ve afectado por diversas variables externas. Formular un presupuesto
realista no es cuestión voluntarista de gente que dice, ahora voy a bajar los
precios de los hidrocarburos o de los artículos de primera necesidad sin tomar
en cuenta los ingresos reales del estado y la situación externa que condiciona
cualquier presupuesto. Esas promesas son pura demagogia.
¿Cuáles son las situaciones externas que se
deben tomar en cuenta para elaborar un presupuesto realista y que tenga la
economía al servicio de la gente y no viceversa, y sin demagogia?
Primero, se prevé que nuestros principales
socios comerciales, Estados Unidos y la Unión Europea, van a crecer a una tasa
menor que años anteriores; lo que puede afectar nuestro intercambio comercial
con ellos.
En segundo lugar, los precios internacionales
del petróleo se ha ido incrementando, para el presupuesto del 2018 se había
contemplado que el barril costaría 49 dólares promedio, hoy está a 72, para el
próximo año se prevé que se mantendrán en ese rango o, tal vez, ligeramente más
alto. Si bien, se ha estado trabajando para depender menos de los derivados del
petróleo en el plano de la generación eléctrica, tanto que al 2016 solo el
29.9% de la energía se producía con derivados del petróleo y cuando se
enciendan las plantas de Punta Catalina esta dependencia será mucho menor.
Pero, en términos de transporte, los precios del petróleo tendrán impacto en el
país indudablemente.
En tercer lugar, el aumento de las tasas de interés de la
Reserva Federal de los Estados Unidos (que es como quien dice su Banco Central)
no golpean de manera directa el pago de los intereses de la deuda porque
nosotros tenemos contratado un 87 % de la deuda del gobierno a tasa fija; pero
hay unas implicaciones, en la medida que la tasa de interés en los EE.UU.
aumenten eso puede provocar salida de capitales, y la reacción que pueden tener
las autoridades monetarias es de ajustar las tasas de interés locales y eso
podría tener efecto en términos del crecimiento y el empleo.
Ante esa situación el gobierno dominicano hace
los ajustes correspondientes para afrontarla y lo hace con el sentido de
responsabilidad que siempre ha sido su norte, sin demagogia y con claridad.
Las medidas que se propone tomar frente a este
panorama internacional son:
Racionalizar y mejorar el gasto como viene
haciéndolo, esta vez reduciendo aun más gastos prescindibles y re asignando a
renglones imprescindibles como está haciendo en este momento, que ha decidido
reasignar entre 12 mil y 20 mil millones para el manejo del déficit eléctrico,
visto el imprevisto ocurrido con las plantas de ciclo combinado de AES Andrés.
El gobierno seguirá reduciendo la deuda social
acumulada de forma tal que casi la mitad del presupuesto del 2019, un 45% para
se exactos, está concentrado en servicios sociales: o sea para educación, para salud
a través de SENASA y el Ministerio de Salud Pública y otras instituciones, para
reducción de la pobreza a través de sus diversos mecanismos, 45% del
presupuesto destinado a la ciudadanía.
En tercer lugar, seguirá reduciendo el déficit
fiscal, atacando el problema de la brecha financiera que tenemos. Se es consciente de que es necesario alcanzar
un punto en el cual la deuda comience a disminuir como proporción del PIB; el
presupuesto de 2019 disminuirá significativamente el déficit fiscal en punto cinco
por ciento del PIB. Se busca que pase de 2.2 por ciento al 1.7 por ciento del
PIB. Monto que pocos países se han
planteado en ausencia de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Se ha afirmado que la deuda aumentará en 2019
en más de 4 mil millones de dólares, pero eso es una confusión, o tal vez no es
una confusión y alguien se quiere hacer el confuso y decirlo, el incremento
NETO de la deuda será de 1,700 millones de dólares, porque una parte del
financiamiento previsto, de esos 4 mil millones de dólares será para pagar
vencimientos. Cuando se calcula lo que se va a pagar en intereses y
amortizaciones, que son 86 mil millones de pesos, de los cuatro mil millones,
quedarían dos mil doscientos millones. En
términos netos aportaría setenta y cinco mil millones, que es la diferencia
entre ingresos y gastos que tiene el Gobierno. Se tomaría prestado 75 mil
millones de pesos para cubrir el déficit, y ese es el incremento real de la
deuda, setenta y cinco mil millones de
pesos, que es el equivalente a mil
setecientos millones de dólares.
Si se baja el déficit fiscal a menos de un 1.7%
del PIB, o se lleva a cero el déficit fiscal del gobierno central, como ha sido
propuesto por algunos sectores de manera demagógica, se tendría que disminuir
la inversión pública de 121 mil millones de pesos a 40 ó 50 mil millones de
pesos, o eliminar el 4% del PIB a Educación, lo que de ninguna manera
beneficiaría al país.
Ramón Tejada Holguín
Lunes 15 Octubre 2018
Podcast por la @Super7FM