El clientelismo es de doble vía, y no se debe colocar el acento en una sola. Insistir en que el político no tiene otra salida, porque la gente es clientelista, porque el "dame lo mío" manda, es un soberano error. El argumento de que: "la gente es clientelista y por eso hay que hacer clientelismo", obvia el papel que deben jugar los liderazgos políticos en la construcción de la democracia.
El enfoque que doy es distinto, y similar. Preguntémonos: ¿Qué tan generalizado es el "dame lo mío"? En primer lugar una parte son "los pica pica", son los "free rider" de la "teoría de la elección racional", el polizón según algunas traducciones, el sabichoso según nuestra nación.
Como bien ha sido estudiado, los sabichosos son los menos, pero hacen mucha bulla. La mayoría no es clientelista por sabichosa, lo es porque la pobreza es grande, porque los mercados de trabajo son rígidos, porque la movilidad social es difícil, porque la educación y la salud son caras, y porque tenemos una élite a quien este estado de cosas le reporta beneficios.
¿Qué hacer? Para reducir la fundita y demás yerbas aromáticas se necesitan, como escribí la semana pasada, políticas sociales universales. Insisto, el punto es que no sea necesario lamerle el trasero a un funcionario o político para tener educación, acceso a la salud, o conseguir una remuneración digna.
Al mismo tiempo se debe luchar para que se cumpla la normativa existente, en particular la Ley de Función Pública. Insisto en esto, porque he recibido muchos comentarios del artículo de la semana pasada, algunos ayudan a observar aspectos no vistos del fenómeno, otros ven el combate al clientelismo como imposible. De cierto os digo, o asumimos el combate con pasión y optimismo o nos ponemos a llorar sobre nuestros propios hombros porque nadie nos consolará. Y si nadie me consuela, solo me queda poner a girar el mapamundi, mientras pienso, ¿adónde carajo me iré?
En este tema, como en muchos otros, no debemos ser como Jim Morrinson, quien en sus conciertos decía: "lo quiero todo y lo quiero ahora". Pensemos. Grano a grano se llena la gallina el buche. Incluso puedo hablar de avances, que desde la sociedad deberíamos fortalecer, defender y pedir que se profundicen.
Pienso en, por ejemplo, la Ley de Función Pública. Lo primero es convencernos de que podemos, lo segundo es actuar, lo tercero es mirar el futuro diciendo "sí se puede".
Hay que tener mucho cuidado con la teoría de que la gente es la que anda "detrás de lo mío" y el político da lo que la gente quiere. Esa "teoría" obvia que parte de la elite se beneficia, que hay un liderazgo que perpetúa el "dame lo mío", que "el dame lo mío" no es cuestión de cultura solamente, sino que descansa en una base económica, que es la gran cantidad de pobres de la nación. La gente no es culpable del clientelismo. Hay un liderazgo que se aprovecha, que basa su control en el lado oscuro de la fuerza. O aceptamos que "los y las jedis" pueden ganar, o de lo contrario, pongamos a girar el mapamundi, mientras pensamos, ¿adónde carajo nos iremos?
Las fotos muestran la fila de madres dominicanas en las afueras del apartamento del Presidente Doctor Leonel Fernández, a la espera de la entrega de un "ragalito por el día de las madres". Tomadas del Diario Hoy.
Ramón Tejada Holguín
El Caribe 31 de mayo 2010