En política las cosas no se presentan en estado puro. Por eso, cuando decidí apoyar el proyecto de Danilo evalúe una multiplicidad de aristas, a sabiendas de que no existirá jamás el acuerdo absoluto, el pensamiento igual de todos y todas.
El discurso del proyecto es una de las aristas a las que le presté atención, me refiero a lo que consuetudinariamente plantea el proyecto, a lo que las palabras, los gestos y las intenciones nos dicen, a lo que el proyecto busca hacer. También evalué la trayectoria y persistencia de Danilo como portador del discurso, así como la conformación de este.
Sí, como analista que da seguimiento al sistema político y sus actores, en los últimos años le presté mucha atención a Danilo Medina. Cuando en 2007 tomó la decisión de competir con Leonel, analistas de ambos sexos auguraron su fracaso. En aquel momento sostuve que Danilo se encontraba en un momento de decisión trascendente: debía competir por la candidatura presidencial para compactar sus fuerzas a lo interno del PLD. Fernández estaba constituyéndose en el líder principal del PLD, Danilo debía apostar a ser el contrapeso interno. Si no le disputaba la candidatura corría el riesgo de ver sus fuerzas reducidas, y sus posibilidades presidenciales mermadas.
Entonces Fernández gana, como era de esperar, y se le presenta a Medina el momento de decisión más formidable de todos: o se queda en el PLD o se va. En Dominicana sólo Juan Bosch ha logrado construir un partido fuerte, luego de estar en minoría dentro de otro partido y romper con él, y tardó más de 15 años para convertir su partido en uno de los tres principales. Sus seguidores, 25 años después, lograron hacer del PLD el principal partido del país.
Después de 2008, y a pesar de que muchos analistas y comentaristas sostuvieron que el PLD era ya el feudo de Fernández, Danilo se queda y toma consciencia de la necesidad de reconstruir sus fuerzas internas y apelar a otros sectores. Se dio cuenta de que necesitaba un discurso. Se encontró con un vacío, con una necesidad: el discurso y proyecto de políticas sociales inclusivas, de cambio de modelo económico, de promoción de la democracia y la institucionalidad, andaba en la búsqueda de una opción de poder.
Creo que el discurso le sedujo porque, en el fondo, era el discurso inicial del PLD. Claro, en el PLD siempre ha existido cierta tendencia autoritaria interna, pero el tipo de proyecto político y social que quería construir el peledeismo original con Bosch a la cabeza era un proyecto de políticas sociales inclusivas, institucional y democrático. Medina se casa con este discurso. Emerge un Danilo nuevo, propositivo y claro en el proyecto de orden social y político que desea.
El triunfo de Danilo en este 2012, es la mejor evidencia de lo correcto de su estrategia y de la validez de su discurso, y de como esos y esas analistas se equivocaron.
Ramón Tejada Holguín
El Caribe
Perspectiva Ciudadana
22 Mayo 2012
