Si usted ve que un presidente viaja por el mundo, vendiendo su país como el más estable y seguro para la inversión extranjera, pero un seguidor muy cercano al presidente desconoce sus esfuerzos y sale del país a explicar cómo podría ser violada la Constitución para que la reelección del presidente sea posible, ¿invertiría usted su dinero en esa nación?
Si usted ve que un presidente contrata un economista de fama mundial para que le ayude a construir una estrategia nacional de desarrollo en función del dialogo y la concertación con todos los sectores nacionales, y el asesor sostiene claramente que es necesario restablecer la confianza en las instituciones públicas, y mientras el presidente piensa como restablecer la confianza y sentar a todo el mundo en la mesa de concertación un grupo de congresistas que dicen ser sus seguidores ponen en manos del presidente una reelección oprobiosa, que solo es posible con un cambio constitucional o desconociendo la Constitución, ¿confiaría usted en la propuesta de concertación y en que la estrategia tenga éxito?
Si usted sabe que la economía no va muy bien, por lo que si no se restablecen los niveles de confianza entre los diversos actores sociales el futuro que le espera a la nación es una lucha fratricida que nos puede llevar a una situación similar a la crisis que vivió Argentina a principios del siglo en términos políticos y económicos. Sin embargo, usted cree que el presidente cumple su palabra y está realmente interesado en prevenir el desastre, pero sabe que una parte de su entorno sólo piensa en la manera de perpetuarse en el poder. ¿Le pediría usted al presidente que antes de concertar con los demás partidos y con el empresariado y con las organizaciones civiles, primero se pusiera de acuerdo con el partido que le ha llevado al poder y dejara en claro que la reelección es imposible?
Ramón Tejada Holguín
Perspectivaciudadana.com
9 de diciembre 2010
Alicia persigue un conejito blanco por vericuetos inenarrables: en el trayecto descubre un país de maravillas que ella transforma y a ella la transforma. Demandar la construcción de una sociedad democrática es igual: se construye la democracia y el trayecto nos descubre nuevos espacios para la acción colectiva. Alcanzar la meta es el fin del relato, pero el relato social es interminable. Desde el País de Alicia es mi persecución del conejito de la democracia, en este país de ambiguas maravillas.
Tweets por @Ratehol
Todos los sectores involucrados en el tema educativo haríamos muy bien si decimos "borrón y cuenta nueva" y reiniciamos el debate, tanto sobre los textos integrados de la educación básica, como sobre la forma en que se impartirá la docencia. Es decir, sobre eso que los y las expertos llaman modelo pedagógico. Porque nadie puede negar que los textos integrados implican un cambio sustancial y profundo del modelo pedagógico seguido hasta ahora.
Textos integrados: borrón y cuenta nueva
Todos los sectores involucrados en el tema educativo haríamos muy bien si decimos "borrón y cuenta nueva" y reiniciamos el debate, tanto sobre los textos integrados de la educación básica, como sobre la forma en que se impartirá la docencia. Es decir, sobre eso que los y las expertos llaman modelo pedagógico. Porque nadie puede negar que los textos integrados implican un cambio sustancial y profundo del modelo pedagógico seguido hasta ahora.
El debate se ha ido por la tangente y no ha visto todas las aristas del tema en cuestión. Se va por un derrotero que no conviene a nadie: desde el Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd) se descalifica a intelectuales y especialistas de diversas áreas del saber que sí tienen mucho que aportar, porque la calidad de la educación nos concierne a todos y todas. En la otra esquina algunos sectores se cierran al diálogo, acusan al Minerd de autoritario, y no observan los elementos positivos de los textos y el nuevo modelo.
Hay que iniciar un proceso de consulta para lo cual el Minerd debe regresar a los textos anteriores. La conversación debe girar sobre: 1) los textos integrados y su contenido, 2) la capacidad del profesorado para manejarlos, y 3) las virtudes y defectos del modelo pedagógico que los textos implican. Luego se debe diseñar un calendario escalonado para que las escuelas vayan implantando los textos y el nuevo modelo. De ninguna manera es posible administrar el cambio con tanto apresuramiento y sin que profesores y directores del sector público y del privado dominen los textos integrados y el nuevo modelo pedagógico.
El Minerd mismo ha reconocido lo apresurado del cambio: en una exposición entre expertos y asesoras de ese ministerio, Liliana Montenegro, luego de defender los textos y de descalificar a quienes los critican, sostuvo que "el problema está en que el proceso inició sin la guía metodológica que lo apoye, por lo tanto, un docente no sabe qué hacer con ese texto, lo que ha hecho ruido y puede opacar la columna vertebral de la propuesta". Solo lo dicho por la experta bastaría para dar un paso atrás. ¿Cómo podrían enseñar los profesores a sus alumnos y alumnas usando recursos didácticos que no conocen, que no manejan y sobre los que no tienen ninguna guía? Las cosas se agravan cuando leemos un espacio pagado, publicado por el Minerd el primero de diciembre, en el cual se revela que el proceso de formación de directores y profesores para el manejo de los textos se hizo en agosto de 2010, y las clases iniciaron el 17 de agosto.
Como si todo esto fuera poco, cabe notar que los textos integrados significan un cambio en la forma de conducirse el profesor y la profesora en el aula, constituye en términos reales y efectivos un cambio en la filosofía educativa, en la forma de enseñanza, en los contenidos, en la manera de lograr que las futuras generaciones reciban la educación que les permita integrarse a la sociedad, mejorar su relación con el mundo, y vivir dignamente.
Ramón Tejada Holguín
El Caribe
Perspectiva Ciudadana
7 de diciembre 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)