Cualquier
intento de explicar “Cloud Atlas” es una traición a la película.
¿Cómo
explicar esas imágenes que van del pasado al futuro diciendo que la libertad es
un proyecto humano inconcluso?
El
“progreso” trae una ampliación de la capacidades humanas y de las libertades; pero
también puede acarrear nuevas cadenas.
Son
seis historias.
Seis
historias que hablan de esas ataduras que tiene -y ¿tendrá?- la humanidad.
Pero,
también hablan de la solidaridad que siempre existirá.
Tres
en el pasado, una en el presente y dos en el futuro.
Y en
la seis se repiten caracteres, marcas de nacimiento, cuerpos y valores.
Seis
historias que ocurren a lo largo de cinco siglos y se conectan una a la otra de
múltiples formas y manera. Como para decirnos que somos materia que forma parte
del mismo sistema de partículas.
Solidaridad
de esclavo a amo y viceversa.
Amor
contra la marea, por el propio sexo, por el arte y la libertad.
Derecho
a envejecer dignamente, hasta para un malandrín.
Clon
que añora la libertad que mira en la humanidad, y humano que ama el espíritu
indómito del clon. Clon que en diosa se convierte.
Mundo
post apocalíptico que obliga a continuar la humanidad más allá de las
estrellas.
"Cloud
Atlas", no es una película extraña, es un sueño que vamos teniendo a
retazos, y no solo mientras dormimos.
Es
una advertencia para alguien o para todos y todas, o simplemente no se advierte
nada a nadie y jódase cada quien como quiera.
Ya
lo dije, cualquier intento de explicar “Cloud Atlas” es una forma de
traicionarla.
Ramón Tejada Holguín
5 Enero 2013