Solo unos cuantos indicadores de mejora, según organismos internacionales


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Más de un periodista de esos que parecen más activistas sociales que periodistas o comunicadores, salen diciendo: “los organismos internacionales dicen que somos el país que estamos peor en el mundo entero, en todos los índices: pobreza, en educación, en salud, en alimentación,…”, pero no ofrecen ningún tipo de pruebas.
Quiero hoy conversar sobre algunos informes, por ejemplo, el informe anual de seguimiento y monitoreo del IDEC, un informe sobre educación, que dice que, sobre la exclusión efectiva, el informe resalta que el sistema educativo de la República Dominicana ha mejorado de manera significativa en los últimos años. El acceso al nivel primario ha sido casi universalizado, la matricula de los estudiantes que tienen entre 5 y 14 años creció en un 12% entre los años 2005 y 2015, con pico de 17% para los niños y niñas de cinco años, y 16% para los jóvenes de 12 a 14 años.

En el 2017, en diciembre, República Dominicana quedó como el país en la zona del Caribe y Centroamérica que mejor paga a sus maestros y profesores, y uno de los países del mundo que mayor esfuerzo hace para retribuirles, aunque se mide el salario docente por el PIB per cápita.

Otro gran paso ha sido la transparencia del sector educativo, propiciando el ascenso por méritos y competencias, con el fin de garantizar la calidad en el sistema de educación.
 También tenemos que en mayo del 2017 a mayo del 2018, la inversión para la compra de alimentos en el pasado período escolar ascendió a unos 17 mil millones de pesos, y la cobertura en jornada escolar extendida supera el millón  de raciones diarias de almuerzo, 1.7  de millones de desayuno escolar y 1 millón  de meriendas que se sirven en más de 6,253 mil centros.

Se estima que en el año escolar 2018-2019, los alumnos de las escuelas públicas consumirán más de 3.9 millones de raciones diarias de alimentos, que incluyen desayuno, almuerzo y merienda escolar. Ya ustedes se imaginan el impacto que esto tiene en la alimentación de las personas y en la reducción del hambre, y de la desnutrición obviamente.

En las escuelas de Jornada Extendida ha habido un crecimiento de la tasa abandono estudiantil en 3.91 puntos porcentuales, al pasar de un promedio de 6.22 % de personas que abandonaban en el período 2011-2012, a 2.31 % en el año escolar 2015-2016. La gente no está abandonando las escuelas.

 En el 2018, actualmente, unos 42 municipios fueron declarados libres de analfabetismo. El Plan Nacional de Alfabetización Quisqueya Aprende Contigo ha alfabetizado 572 mil personas. Si estas no son buenas informaciones, si esto no evidencia que el país está mejorando, yo me pregunto, ¿qué lo evidencia?.

Veamos el apoyo a la infancia. En el 2018 República Dominicana ha bajado los niveles de explotación laboral infantil, que en 2009 rondaban los 400,000 niños, gracias a diversos programas sociales que ha puesto en marcha por el Gobierno, como la implementación, precisamente, de la Jornada Escolar Extendida, las estancias infantiles, y la creación de empleos que ayudan a las familias, y estamos dándoles soportes a los niños a temprana edad. ¿De dónde sale eso? Esa información sale de Unicef, un organismo de las Naciones Unidas.

En el 2018 también se han firmado diversos convenios interinstitucionales  encaminados a fortalecer la protección a la niñez, como es el plan de trabajo acordado por la Procuraduría General de la República y el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), que incluye destinar más recursos económicos y humanos, y la elaboración de una logística para ofrecer mayor protección a los menores de edad.

República Dominicana, también en el 2018, se incorporó a  la Alianza Mundial “We Protect”, una iniciativa dirigida a la acción nacional y mundial contra la explotación sexual a menores a través de la Internet.

Hay mejoras, no somos el peor país del mundo, mis queridos activistas comunicadores, pero, veamos salud.

2018: Galardones a Hospitales. El Centro Neuro-Cardio-Oftalmológico y de Transplantes (CECANOT), por sexta vez se alzó  con el premio internacional a la excelencia de la calidad, en esta ocasión en categoría Diamante, lo máximo, en la ciudad de Frankfurt, Alemania. No pueden decir que los alemanes andan premiando cualquier cosa, digo yo.

A nivel nacional, el Hospital Pediátrico Dr. Hugo Mendoza, recibió el gran “Premio Nacional a la Calidad”, otorgado por el Ministerio de Administración Pública (MAP). También en el 2018, en Junio, actualizan el cuadro básico de medicamentos esenciales con la inclusión de 35 principios activos, lo que amplía a 797 la lista de medicamentos esenciales, garantizando la cobertura de tratamiento al 85% de las enfermedades.

También en el 2018, esta vez en Enero, se pasó de 5.8 millones de dólares que se destinaban al Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) para la adquisición de biológicos e insumos,  y se aumentó la inversión a 30.2 millones de dólares; se introdujeron tres nuevas vacunas al catálogo: la vacuna contra el rotavirus, la cual previene la diarrea grave del lactante; la de neumococo, que evita la enfermedad invasiva de la neumonía, meningitis, entre otros; y la que protege a la mujer de la infección del Virus del Papiloma Humano (VPH), causante del cáncer cervico-uterino.

También en el 2018, siguiendo con salud, esta vez en noviembre, un 76% de la población dominicana cuenta con seguro de salud, de esa cifra, el Seguro Nacional de Salud (SENASA) ostenta la afiliación del 45%, de estos, tres millones de personas están incluidas en el régimen subsidiado. Se han emitido 15 protocolos y 10 guías de atención para mejorar la calidad en la atención de servicios de salud en beneficio de las madres y recién nacidos.

Pero, ahora hablemos de alimentación, si les parece. Las personas que padecen de desnutrición se redujeron de 2.5 millones en 1990-1992 a 1.3 millones para 2014-2016. El porcentaje cayó del 34.3 % al 12.3 %, y estos son datos de la FAO, otro organismo de las Naciones Unidas. Las personas subalimentadas pasaron de 18.1% entre  2009-2011, a 13 % entre 2012-2014, y a 12.3 % entre 2014-2016, y, entre 2016-2018 ya son 10.4 %. La mejora en ese plano es evidente.

Tengo más informaciones para demostrar que no somos el peor país del mundo, que estamos mejorando mis queridos comunicadores, pero, los siete minutos se  me acabaron hace rato.

Ramon Tejada Holguín
3 Diciembre 2018
Podcast que se transmite por la @super7fm
Los lunes 8 de la mañana; 3 de la tarde y 8 de la noche

Razones por las cuales el Presidente Medina decidió no adoptar formalmente el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular

Por instrucciones del señor presidente de la República Lic. Danilo Medina Sánchez, hago pública la posición del Gobierno dominicano sobre el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, el cual será conocido en la Conferencia Intergubernamental auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a celebrarse los días 10 y 11 de diciembre en Marrakech, Marruecos.
La iniciativa de trabajar un pacto migratorio está contenida en la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes adoptada el 19 de septiembre de 2016 por los estados miembros de la ONU en la Asamblea General de ese año como respuesta a los grandes desplazamientos de migrantes y refugiados que se estaban produciendo en diferentes partes del mundo, especialmente desde países de África y del Medio Oriente hacia los países europeos. La idea que motivó esa iniciativa fue el interés de buscar una cooperación internacional amplia entre los estados miembros para enfrentar un grave problema que impacta, y sigue impactando, a múltiples países sin que ninguno pudiese, de manera aislada, dar respuestas eficaces a este complejo fenómeno.
La declaración de Nueva York definió un plan de acción con miras a crear los procesos de consulta y negociación entre los estados miembros para arribar a la adopción del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular.
Se trata, pues, de una iniciativa que surgió del seno de la ONU con un apoyo inicial por parte de sus estados miembros. Su intención es loable: procurar mecanismos de cooperación para proteger la dignidad humana y los derechos de las personas migrantes, así como para combatir males sociales como el racismo, la xenofobia y la discriminación.
Como país que no solo es receptor, sino también emisor de migrantes, podemos valorar en su justa dimensión la motivación de esta iniciativa. Nosotros queremos que cada dominicano o dominicana que emigra en búsqueda de nuevas oportunidades pueda vivir sin estar expuesto al abuso, al maltrato y la discriminación.
De igual manera, el Gobierno dominicano está comprometido con una política de respeto a los derechos humanos en relación a las personas que emigran hacia nuestro país, aunque sin renunciar a su potestad soberana de hacer valer sus normas migratorias y de proteger sus fronteras.
Esto explica el Plan Nacional de Regularización Migratoria que ha sido ejemplo en nuestra región por la manera ordenada y rigurosa como se ha llevado a cabo, el cual ha permitido que algo más de doscientos mil migrantes hayan regularizado su condición en el territorio dominicano acogiéndose a las diferentes categorías migratorias que contemplan las normas legales sobre la materia. Igualmente, el Gobierno dominicano ha fortalecido su capacidad institucional para realizar las repatriaciones de indocumentados con debido respeto a los derechos humanos de las personas, al tiempo que ha invertido y sigue invirtiendo cuantiosos recursos económicos para mejorar los mecanismos de control y vigilancia de nuestras fronteras.
No obstante, al momento de adoptar una decisión de esta naturaleza y envergadura, el presidente Danilo Medina toma en cuenta, por encima de cualquier otra consideración, el interés nacional a la luz de las condiciones particulares de nuestro país. Su primera y más importante prioridad es la seguridad y el bienestar de los dominicanos, así como la defensa de la Constitución y las leyes.
Es sabido nacional e internacionalmente que nuestro país tiene presiones y desafíos en materia migratoria que transcienden una coyuntura circunstancial; son más bien la expresión de una realidad estructural resultante de la condición prácticamente única en el mundo de una isla con dos países que tienen desbalances  enormes en materia económica, social, medioambiental y de seguridad, lo cual requiere de políticas y medidas que se correspondan con la naturaleza del problema que enfrentamos.
Si bien el pacto propuesto tiene innumerables disposiciones que son bien vistas por el Gobierno dominicano, así como por la gran mayoría de los gobiernos alrededor del mundo, también tienen disposiciones que resultan contrarias al interés nacional. Aunque el pacto no tiene carácter vinculante por no tratarse de un tratado internacional estrictamente hablando, su adopción generaría compromisos al Estado dominicano que podrían socavar su capacidad para hacer valer sus normas migratorias e implementar con eficacia las políticas migratorias que el cumplimiento de esas normas exige. Igualmente, pondría cargas al Estado dominicano que, dado el contexto particular de nuestra isla, podrían desbordar con creces nuestros recursos. Asimismo, el pacto crearía compromisos internacionales que le impedirían al Estado dominicano, o lo limitarían enormemente, para dar respuesta a situaciones que puedan presentarse en nuestra frontera terrestre como resultado de las condiciones estructurales y los procesos prolíticos y sociales que se viven en el país vecino.
El Gobierno dominicano tiene que responder también al sentir nacional. La adopción de un pacto de esta naturaleza, por lo que envuelve y por las implicaciones que tiene, requiere de un consenso básico en la sociedad dominicana que no parece existir en las actuales circunstancias.
Por estas razones, el presidente Medina ha impartido las instrucciones para que el Gobierno dominicano no firme ni adopte el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. Asimismo, el presidente Medina ha dispuesto que el Gobierno dominicano no esté presente en la Conferencia Intergubernamental que se celebrará la próxima semana en Marrakech, Marruecos, con el fin de aprobar y adoptar el referido pacto.
El Gobierno dominicano comunicará al Secretario General de las Naciones Unidas, por los canales diplomáticos correspondientes, las razones por las cuales el Estado dominicano no firmará este pacto atendiendo a las condiciones particulares de la República Dominicana.