¿Para qué sirve y cómo se hace una encuesta de preferencia electoral?

No se pierda este domingo, después del juego de Grandes Ligas (alrededor de la cuatro de la tarde), en Decisión Electoral 2010, por CDN canal 37: ¿Cómo se hace una encuesta de preferencia electoral?

Mucho se habla de si las encuestas permiten o no capturar la realidad electoral. Una parte de la población dice que es imposible, otra que es posible, pero en ocasiones hay quien cambia de opinión según si las encuestas favorecen o no al candidato de su preferencia.

¿Existen algunas pistas para poder saber si una encuesta está bien realizada o no?

¿Cuáles son los diversos pasos para realizar una buena encuesta?

¿Es posible conocer las preferencias electorales a través de las encuestas?

¿Cuál debe ser el contenido de una ficha técnica?

¿Por qué es necesario que cuando se den a conocer los resultados de las encuestas se coloque en el cuadro la pregunta tal cual se le hizo a las personas entrevistadas?

¿Qué es una muestra y porqué con una muestra de mil doscientos casos es posible hablar de lo que prefieren seis millones cien mil dominicanos y dominicanas?

¿Qué es el nivel de confianza y qué es el margen de error?

¿En qué se diferencia una encuesta de un sondeo de opinión?

Conozca los dos tipos de errores de toda encuesta: los errores de muestreo - que pueden ser contabilizados- y los errores no de muestreo que no pueden cuantificarse.

Conversaremos sobre el tema con:

Jefrey Lizardo, economista, con estudios de Demografía Económica de la Universidad del Estado de Michigan, consultor de diversos organismos nacionales e internacionales. Ha conducido e interpretado diversas encuestas sobre pobreza, ecología y temas económicos. Miembro fundador del poco conocido Club de Toby.

Carmen Julia Gómez, demógrafa, con PHD por la Universidad de Minas Gerais en Brasil. Ha diseñado, conducido y analizados múltiples encuestas sobre temas de su especialidad, tales como: salud reproductiva, juventud, y diversos aspectos sobre "estudios de la mujer".

Conducirá Ramón Tejada Holguín, Sociólogo, maestría en Estudios de Población de la Flacso-México, ha realizado diversas encuestas de preferencias electorales para medios de comunicación y empresarios, así como sobre juventud, cultura política, gobernabilidad y pobreza. Es consultor de diversas instituciones nacionales y extranjeras.

No se pierda este domingo, después del juego de Grandes Ligas (alrededor de la cuatro de la tarde), en Decisión Electoral 2010, por CDN canal 37: ¿Cómo se hace una encuesta de preferencia electoral?

Si deseas ver el programa "on line", el domingo después del juego de las Grandes Ligas (cuatro de la tarde), "pincha" en el enlace de más abajo:
http://www.dominisys.com/cdn/cdn1/cdn.htm

Democracia y autoestima ciudadana

Según el texto "Cultura Política y Democracia en República Dominicana", publicado por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) en 1996 y escrito por Isis Duarte, Ramonina Brea, Clara Báez y quien suscribe, en el tuétano de la visión del mundo del dominicano y la dominicana promedios se encuentra la idea de que fuerzas divinas (o terrenales pero poderosas) tienen en sus manos la solución de los "grandes problemas nacionales" (pp. 52-56.).

Las evidencias empíricas sugieren que la población dominicana, y particularmente la mayoría de personas pobres o de sectores vulnerables, no confían en sus propias fuerzas. ¿En qué afecta este fenómeno a la democracia dominicana? La ciudadanía debe confiar en sus propias fuerzas para poder participar de manera equitativa en la democracia, debe creer que con sus acciones puede ayudar a construir un régimen político menos desigual. ¿Cómo podría alguien participar en la construcción de la democracia si está convencido de que por más que uno se esfuerce, lo que ocurre está controlado por la divinidad o por un supra poder terrenal (la gente con mucho dinero, los políticos corruptos, o el poder globalizador) que todo lo puede? O sea, se constata la existencia de una baja autoestima en los grupos mayoritarios y votantes de la nación.

En una sociedad de bajo nivel de autoestima, el papel de las élites sociales, económicas y políticas que dicen querer construir una institucionalidad distinta debe ser visto como de vital importancia: "En este contexto cobra fuerza el argumento de la necesidad de un compromiso activo de las élites políticas, para que sea posible la consolidación de la democracia en República Dominicana. Sin embargo, en la actualidad, las élites no han perfilado todavía un impulso hegemónico que haga posible tal compromiso. Al contrario, una buena parte de las mismas está muy adherida a las prácticas que mediatizan o sustraen la asunción de una posición que favorezca una amplia consolidación democrática" (p. 56).

En los dieciséis años que han transcurrido desde que se realizó la primera Encuesta Nacional de Cultura Política –Demos 94– las cosas han cambiado... pero poquito. Sectores importantes de la sociedad civil, entendida como el conjunto de ciudadanos y ciudadanas que no participan en la conducción del gobierno y sus diversos poderes, se han organizado al margen de las élites político-partidarias, contribuyendo con el desarrollo de una cultura favorable a la democracia y a la confianza en las propias capacidades. Pero, he aquí uno de nuestros retos: combatir la tendencia a desconfiar en sus propias fuerzas que tienen las mayorías pobres y vulnerables construyendo organizaciones más inclusivas.

Las dirigencias tradicionales de las organizaciones políticas serían los más afectados por el desarrollo de una cultura política diferente, ya que sus estilos de liderazgo constituyen la mayor traba para el desarrollo de una visión del mundo menos paternalista, más secular, más moderna. En efecto, las élites partidarias dominicanas profundizan la división de la sociedad y, más que estimular la reflexión y toma de posiciones, estimulan un cierto "borreguismo" ciego. Y ese es el segundo desafío: la conformación y apoyo a un nuevo liderazgo partidario.

Ramón Tejada Holguín
El Caribe
3 de mayor 2010