Este ciudadano, partidario de que en el próximo proceso electoral el país se encamine hacia la democracia y la inclusión de los excluidos, deseoso de que no haya impunidad para nadie, de que exista castigo para toda persona que infrinja las leyes, declara que a su entender el reto principal de las organizaciones de la sociedad civil que desean defender los intereses de los grupos más pobres y vulnerados es la construcción y consolidación de organizaciones más activas, surgidas del seno mismo de las masas, fuertes y defensoras de la institucionalidad, así como el fortalecimiento de las existentes.
Hay la necesidad de más organizaciones que estimulen la autoorganización de los sectores populares, para que reclamen que la inversión social se haga en función de sus necesidades e intereses. Para que se conviertan en los grupos que demanden la aplicación del programa de gobierno propuesto por el candidato que resulte ganador.
La clase media tiene quien le escriba y defienda, los empresarios tienen las más poderosas de las organizaciones, mientras que los sectores populares se encuentran dispersos y son calmados con cajitas y dádivas, esos bálsamos momentáneos para una herida penetrante que necesita tratamiento profundo.
El surgimiento, fortalecimiento y consolidación de organizaciones populares fuertes y que estimulen los procesos de ciudadanización contribuirá enormemente a mejorar la calidad de los partidos políticos, de la democracia y la institucionalidad. Porque una ciudadanía informada y consciente de sus intereses podrá participar en la construcción de la confianza, contribuirá a los procesos de institucionalización y en el mejoramiento de la activa política en general.
Para poder enfrentar el autismo de ciertos líderes políticos y sociales, para acabar con ese entender la política exclusivamente como guerra contra los otros partidos, para dejar de ver las masas como comprables a precio vil, hay que mejorar la participación de los pobres que son la auténtica mayoría.
A todos nos conviene, porque si seguimos por donde vamos tornaremos la República Dominicana invivible e inviable, segmentada, segregada y con poco estímulo para el trabajo productivo. El trabajo se debe hacer a dos niveles: estimulando la participación de calidad a lo interno de los partidos, promoviendo programas viables y realistas, y motivando a que las organizaciones y la ciudadanía en general voten en función de las propuestas, y se conviertan en los garantes de que las propuestas se hagan realidad, se materialicen en políticas públicas.
La existencia de mecanismos idóneos de participación reduce los niveles de corrupción. La corrupción es uno de los obstáculos que enfrenta el mejoramiento de los partidos y la democracia. Sin deseos de ser visto como un poeta o un iluso, o ambos, sostengo que la mejor contribución que desde la sociedad civil se puede hacer es perseguir el mejoramiento de las organizaciones tanto políticas como sociales, así como Alicia persigue al conejo blanco para poder escapar del País de las Maravillas.
Ramón Tejada Holguín
El Caribe
Perspectiva Ciudadana
13 febrero 2011
Foto: propia realizada en el Besatón celebrado el sábado 26 de Junio del 2010. Foto con celular.
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