En contra y a favor de todos

La oposición me felicitará si dedico este artículo a la corrupción, la falta de institucionalidad e ineficiencia de un montón de instituciones gubernamentales. Algunos oficialistas se regocijarán si escribo del PRD, de Hipólito y su pésimo manejo de la economía durante aquel cuatrienio fatídico.

Provocaré risas estruendosas en mucha gente si comento que el PRSC no cuenta para las elecciones de 2012 y contará menos si no se construye como un partido independiente del PRD y de la Cancillería.

Cierta gente me amará si defiendo a rajatabla el 4% del PIB para Educación y recuerdo los problemas del desayuno escolar, y los intentos de cambiar el modelo pedagógico de manera autoritaria, sin realizar planes pilotos y sin tener a profesores y profesoras lo suficientemente capacitados para manejarlo, a pesar de que el modelo era bueno.

Esos mismos fruncirán el ceño si hablo de los esfuerzos de algunos ministerios por tener una administración pública basada en la eficiencia, en la calidad y la equidad, si pongo como ejemplo a la Oficina Nacional de Propiedad Industrial (ONAPI), que recibió Medalla de Plata en el Premio Iberoamericano de la Calidad 2010, en la categoría Empresa Pública Mediana, otorgado por la Fundación Iberoamericana para la Gestión de la Calidad (FUNDIBEQ) en Madrid, España.

Muchos políticos gritarán bravo y hurra si señalo que según el famoso y archicitado Índice Global de Competitividad la República Dominicana ocupa el lugar 109 de 139 países en lo que se refiere al comportamiento ético de las compañías del país cuando se relacionan con el sector público, los políticos y otras firmas. Además ocupamos el mismo lugar en cuanto a la protección de los accionistas minoritarios en las empresas dominicanas.

Hoy quizás no reciba aplausos, mis preocupaciones son otras y se resumen en una pregunta que puede parecer ingenua: ¿qué hacer para provocar sinergia entre todos los sectores que se solazan en la búsqueda de las formas de fuñirse la vida unos a otros en el contexto de una crisis nacional e internacional, cuyos platos rotos los están pagando los sectores medios y los más pobres y vulnerables? Este es momento de la concertación y el diálogo, tanto a lo interno del Gobierno como entre el Gobierno y los partidos y los empresarios y las organizaciones de los más pobres y vulnerables.

Para desgracia, cuando hablo de diálogos y acuerdos en la nación, lo hago con esperanza, pero con el pesimismo que nace de conocer la historia. De Balaguer a Leonel, pasando por Hipólito, las ofertas de diálogo y concertación han estado a la orden del día: Balaguer con el Diálogo Tripartito, Fernández y el Diálogo Nacional, y Mejía con la Mesa de Negociación.

No debemos hablar sólo de las consecuencias de la crisis internacional en la economía; pensemos en la consecuencia del modelo económico dominicano en los más pobres y vulnerables. El horno no está para galletitas y quienes pagan la cuenta por la incapacidad de las élites políticas, sociales y económicas son los mismos pobres que salieron en masa en aquel abril de 1984. ¿Lo recuerdan?

Ramón Tejada Holguín
El Caribe
Perspectiva Ciudadana
15 Marzo 2011

Ilustración robada a Banksy
http://www.banksy.co.uk/

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