La mayoría de las personas votantes tiene como determinantes del voto razones clientelares y/o de sentido de pertenencia o fidelidad a un grupo primario, el cual le protege y proporciona beneficios tangibles. Este grupo primario generalmente está configurado por una red de personas que han establecido lazos de solidaridad y fidelidad entre ellos y hacia un o una "líder". Esto es positivo a nivel individual porque la gente aprende la importancia de la solidaridad y fidelidad, y negativo en lo social, porque solidaridad y fidelidad se basan en el uso de los recursos públicos para beneficio de esa red. El "líder", a través de su relación con el partido y las instituciones gubernamentales, ayuda a conseguir que sus clientes accedan a beneficios sociales.
El clientelismo se manifiesta como una relación de intercambio de favores por apoyo político, por lo que se puede creer que una vez el o la "líder" pierde la capacidad de hacer el favor (en dinero, un empleo, ayuda en salud, vivienda o educación para hijos e hijas) su "cliente" se mueve hacia otra red con la capacidad necesaria de hacer el intercambio. No siempre es así, en algunos liderazgos carismáticos, ese intercambio crea cierto tipo de fidelidad y lealtad entre los miembros de la red.
Sí, hay un clientelismo en el que la red de intercambio descansa en la fidelidad, ya que el o la "líder" ha logrado que su "cliente" se sienta comprometido. Esa red tiende a quedar compacta y a buscar la manera de que el "jefe o jefa" acceda a los recursos para poder repartirlos. Como quien dice pospone la satisfacción de sus necesidades hasta tanto el liderazgo de la red acceda al poder. Esa red se quiebra cuando hay "traiciones", cuando un miembro accede al poder y no "boronea" hacia los demás.
En ese sentido, la indiferenciación ideológica no tiene tanto impacto en la decisión de votar o no en la mayoría de la población dominicana. Sólo un número muy reducido, según las encuestas, define su voto por cuestiones distintas al clientelismo, al caudillismo o a la dádiva. En el caso de las elecciones congresuales y municipales, la afinidad (ya sea clientelar o en términos de visión del mundo) con el candidato o la candidata juega un rol importante. La circunscripción uno del Distrito Nacional es un ejemplo, de candidatas y candidatos conectados a quienes votan "por razones distintas al clientelismo".
¿Crecerá la abstención? Existe la posibilidad de que sí, pero no por la ausencia de ideología de los partidos, que ese es un fenómeno viejo, sino por sus problemas internos y la exclusión de muchos líderes locales que al quedar fuera y no poder mandar a su gente a votar por el contrario, prefieran la abstención. Además, el desencanto de muchos miembros de la red clientelar que no están viendo satisfechas sus demandas, influirá en la abstención. Quienes participan de la red clientelar, han conocido la importancia de la participación, la solidaridad y la lealtad, en ese sentido el reto para la democracia no es la promoción de la abstención, sino cómo lograr que los desencantados de las redes clientelares asuman un tipo de participación democrática, no clientelar.
Ramón Tejada Holguín
El Caribe
19 de Abril
No hay comentarios:
Publicar un comentario