A la vista del Amet, un giro a la izquierda que está prohibido.Octubre 2011. Foto con celular. |
La sociedad dominicana en toda su maravilla, complejidad y salvajismo pasa frente a mis ojos, mientras espero uno o dos o tres cambios de semáforo en la 27 de febrero con Tiradentes.
Pasan pobres "padres de familia" conduciendo destartaladas guaguas, explotados por Fenatrano y Conatra, o cualquiera de las empresas del transporte urbano que asumen nombres de sindicatos. Se aglomeran, se bloquean unos a otros y a todos nosotros. Justifican sus acciones en el pan que deben llevar a sus hogares a costa de lo que sea. ¿Ley de la selva?
Pasan Antonio Marte y Juan Hubieres, empresarios que compiten por ganarse el dinero de los pobres pasajeros invirtiendo lo menos posible, ofreciendo el peor servicio, exigiendo al Estado que les ayude a explotar mejor a sus usuarios y luego presentándose como víctimas. ¿Corporativismo depredador?
Pasa un enjambre de automóviles tocando sus bocinas, provocando ansiedad y desesperación en el alma. Pasa la gente que lucha por un cómodo espacio. Amontonada, vociferante, cierra el paso a los demás, maldice. Todos buscan subir primero a la guagua que les llevará a sus destinos. ¿Indefensión ciudadana?
Pasa el alto cargo del gobierno que detiene el tránsito para circular tranquilamente, dejando tras sus pasos un barullo que queda como monumento al individualismo e incapacidad de entender que su misión es servir a los demás.
Pasa el Amet, símbolo de la autoridad. Sube a su pedestal en el centro de la vía. Mira las violaciones de tránsito ocurrir una tras otra, mientras los bocinazos aumentan y la vida se resume en un estruendo de voces y la desidia de quien debe poner el orden. ¿Estado de derecho?
De repente ya no estoy esperando un cambio de semáforo, porque Amet decidió cambiar las reglas del juego y dar paso a la Tiradentes en sentido norte-sur. Se evidencia su error en la magnificación de la bulla y la desesperación de los y las conductores.
Pasa la yipeta de un funcionario del Cabildo, o del Gobierno, o del Congreso o de la JCE que gira a la izquierda -cosa prohibida- mientras el Amet le ayuda amablemente a violar la ley de tránsito. Anote que este funcionario lo mismo puede ser del PRD, del PRSC que del PLD.
Pasa alguien que toma un celular para avisar que llegará tarde. Sale una Amet de no se sabe dónde y le pide su licencia. La persona se queda a mitad de la vía con la autoridad ayudando al desorden. Debaten algo, enseña una tarjeta, dice tres malas palabras. Parecería que el Amet le ha dado una oportunidad. O quizás no. ¿Responsabilidad ciudadana?
Esta esquina es imagen del individualismo egoísta que se ha convertido en la gran traba para la construcción de la democracia dominicana y de una sociedad cada vez menos excluyente.
Si se quiere que el tránsito fluya correctamente en esta esquina el y la Amet deben aplicar la ley sin contemplaciones. Los y las conductores deben respetar las disposiciones de tránsito y tener un mayor sentido de comunidad. ¿Cambio de rumbo necesario?
Me olvidaba, pasa la intelectualidad reprobando con perplejidad la barbarie, tocando el claxon y con deseos de llegar a relajarse a su cómoda casa. ¿Liderazgo responsable e inspirador?
Definitivamente, esta esquina es metáfora impertinente de la nación.
Ramón Tejada Holguín
Perspectiva Ciudadana
El Caribe
13 diciembre 2011
Ramón Tejada Holguín
Perspectiva Ciudadana
El Caribe
13 diciembre 2011
Otros que hacen el giro prohibido, en presencia del mismo Amet. Octubre 2011, Foto con celular |
A la vista del Amet de la foto anterior, diversos vehículos provocan un tapón al hacer el prohibido giro a la izquierda. Octubre 2011, Foto con celular |
No hay comentarios:
Publicar un comentario