Evaluando el 2010 escribí: “El año pasado la lucha por un 4% del PIB para educación fue el punto más novedoso, encantador y con potencial para convertirse en los cimientos de un movimiento social que ayude en la conformación de una ciudadanía más activa y responsable. La movilización y participación a favor del 4% puede contribuir al mejoramiento de la calidad de la democracia vía su ejemplo y constancia. Para lo cual las organizaciones que han promovido exitosamente este movimiento deben hacer un balance sopesado y desapasionado, que permita identificar sus potencialidades y los retos que se avecinan”.
Este año se repiten las movilizaciones del 4% como la cresta de la ola en la participación de la ciudadanía, pero con tendencia hacia la reducción de su impacto. Este movimiento necesita un giro para lograr convertirse en un movimiento social compacto, con un conjunto de demandas claras y consensuadas. Su éxito puede determinar su desaparición, a menos que amplíe sus reivindicaciones y sus apoyos.
Uno de sus éxitos lo plantea Pavel Isa Contreras en un artículo del 12 de octubre: establece que hubo un modesto aumento en la proporción del presupuesto dedicada a los servicios sociales, el cual se debe “casi todo al incremento para educación, que subió su participación en el presupuesto en un 5%”. Constatando que las movilizaciones fueron determinantes para lograr este aumento.
Otro triunfo fue lograr que los candidatos firmaran el Compromiso Político y Social por la Educación con el cual se comprometen a cumplir con la ley en el primer presupuesto que le corresponderá elaborar a quien sea elegido presidente, el presupuesto del 2013.
Creo que la mayor de las conquistas de este año no ha sido puesta de relieve en toda su dimensión por parte de las organizaciones involucradas en el 4%. Me refiero al hecho de que en la aprobación de parte del Senado de la República de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) se estableciera el 4% del PIB para la educación en 2013 y aumentarlo al 5% en 2015.
Sería bueno que la coalición que apoya el 4% asuma como suya la END y elabore una estrategia para que sea debatida en el seno de la Cámara de Diputados lo antes posible; antes que el periodo electoral se trague el rico debate de este instrumento de desarrollo. Alguien dirá que es una ley más para ser violada. Pero, en el contexto actual se convierte en un compromiso difícilmente eludible.
Los organismos internacionales, incluyendo a la Embajada de Estados Unidos de Norteamérica, han declarado su apoyo a las demandas de la Coalición y han dejado bien claro que la ayuda que ofrecen en el área está sujeta al respeto del 4% y el cumplimiento de lo establecido en la END.
Ramón Tejada Holguín
Perspectiva Ciudadana
El Caribe
27 de diciembre de 2011
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