Este año resulta rico e interesante para el partidismo, y las organizaciones de la sociedad civil. Los grupos comunitarios relacionados a los sectores populares y a las comunidades eclesiales de base dieron inicio al movimiento a favor del 4% del PIB para la educación, las demás organizaciones y movimientos cívicos se subieron al carro cuando este ya iba en marcha.
La torpeza gubernamental potenció el movimiento: la indignación provocada por los intentos de la policía de arrebatarles las sombrillas amarillas a varios sacerdotes vestidos de civil, que hacían su vigilia frente al Palacio Nacional contribuyó a que otros sectores se unieran al reclamo y le ganó simpatías al movimiento. Hasta ese momento las manifestaciones habían sido discretas y con la participación protagónica de grupos eclesiales, que se alejaron del modelo de iglesia mediadora y dieron paso a una iglesia más comprometida.
Este movimiento puede implicar el inicio de una reconfiguración de los movimientos sociales dominicanos, ya que fue símbolo del descontento con las políticas gubernamentales. Se hace necesario el acercamiento a las comunidades y un trabajo más directo con las bases, algo que a las organizaciones tradicionales de la sociedad civil, más ligada a las clases medias y al empresariado, les ha faltado. En el plano partidario se reafirma el bipartidismo, pero se evidencian espacios para nuevas opciones políticas.
El espacio para nuevas opciones lo sugiere el 20% que dice preferir a ninguno, según la encuesta Gallup-Hoy publicada a inicios de diciembre. Esta encuesta muestra un gran nivel de descontento con el gobierno y sus políticas.
A pesar de la percepción negativa generalizada, el partido de gobierno (PLD) sigue siendo el preferido (42.5% de las personas entrevistadas), mientras que el PRD sólo alcanza un 30.8%. La incapacidad del PRD de captar a los insatisfechos se debe a que la gente percibe que el PRD no hace buena oposición (solo el 21% cree que el PRD hace una oposición buena o muy buena). Hipólito Mejía, inició este año con buen pie, pero ha ido decayendo de nuevo. Su reposicionamiento y enfrentamiento con Miguel Vargas paralizaron al PRD como oposición.
Una pregunta ronda la mente de los analistas ¿La falta de oposición provoca que a pesar de que la población tiene un visión negativa del gobierno siga prefiriendo al PLD? No solo eso. La presencia de Danilo Medina y la forma en que se ha manejado a lo interno del PLD, han ayudado.
Medina, quien venía trabajando de manera discreta, compactando sus fuerzas dentro y fuera del PLD, volvió a las esferas de lo público y su presencia se ha convertido en el contrapeso a Leonel Fernández. Según la Gallup a nivel nacional un 36% prefiere a Medina como candidato del PLD, lo que lo coloca por primera vez por encima del presidente Leonel Fernández, quien solo tiene un 28.3% que lo prefiere.
Las expectativas creadas por Medina ayudan al PLD a mantenerse en las preferencias electorales. Termina un año con novedades y se inicia uno preelectoral y de luchas sociales, en el cual quien tenga más saliva comerá más hojaldre.
Ramón Tejada Holguín
El Caribe
Perspectiva Ciudadana
21 diciembre 2010
Ramón Tejada Holguín
El Caribe
Perspectiva Ciudadana
21 diciembre 2010
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