La primera –y muy polémica– regla evacuada por el pleno de la nueva Junta Central Electoral (JCE), sugiere que el autoritarismo y las decisiones sin consultar a las personas y organizaciones involucradas en las elecciones serán la norma de esa institución. Basta observar la secuencia de los hechos: 1) se elige la JCE, 2) a la semana su nuevo presidente propone eliminar el voto preferencial, y 3) a los pocos días el pleno corrobora.
El presidente de la Cámara de Diputados, y diversos diputados dijeron que la decisión fue "apresurada", pocos la celebraron. Sobre el tema no hay una posición única en ninguno de los partidos, y Participación Ciudadana se opone a la medida. Nadie niega que el voto preferencial provoca distorsiones a lo interno de los partidos. Nadie lo defiende a rajatabla. Sostenemos que es mejor que lo que había, y la JCE regresó al sistema anterior.
Ahora el poder de colocar diputados y diputadas recaerá sobre las direcciones que controlen la confección de las listas, se le restará autonomía a los votantes. En la boleta se presentarán como un solo bloque los diputados y las diputadas y el senador.
A partir de ahora quienes la llevarán más pesada serán las candidaturas al Senado. Los primeros puestos en las diputaciones de las alianzas dirigidas por el PRD y el PLD tendrán su curul segura, y no necesitarán mover un dedo para ser electos. Los segundos y terceros puestos, tampoco lo moverán bajo el argumento, que para salir electos el partido tendría que arrasar en toda la circunscripción, cosa imposible.
Me sorprende la premura con que esto se ha hecho. Sorprende porque el actual presidente de la JCE no responde a las demandas de la gente apresuradamente, se toma su tiempo. Hay quienes dicen que en realidad juega al olvido.
Pongo dos ejemplos. Cuando se habló de irregularidades en diversas etapas del acuerdo JCE-Somo, Roberto Rosario, entonces presidente de la Cámara Administrativa de la JCE dijo: "Hasta ahora me he mantenido al margen de las diatribas que se han vertido sobre el contrato JCE-Somo, pero llega el momento en que hay que hacer justicia y en su momento, yo, moralmente creo que debo referirme a ese tema y lo haré mediante un documento público que pagaré con mis propios recursos” (Diario Hoy, 12 de febrero 2009: http://www.hoy.com.do/el-pais/2009/2/12/266425/Rosario-lamenta-condena-a-JCE-sostiene-contrato-SOMO-es-legal).
Cuando Alicia Ortega presentó contundentes evidencias de que en las actividades de la Oficina de Abogados del actual presidente de la JCE había conflictos de intereses, su respuesta, reseñada por la prensa el 20 de septiembre del 2010, fue: "Hablaré cuando todo esto pase" (Diario 7dias: http://www.7dias.com.do/app/article.aspx?id=83503).
Ya todo ha pasado, y nada ha dicho del conflicto de interés. Hace un año y medio de su promesa de referirse al caso Somo y el silencio sigue siendo la norma. El actual presidente de la JCE de un plumazo eliminó el voto preferencial sin consultar ni a la sociedad, ni a los pequeños partidos que le apoyaron; pero no responde estas dos cuestiones a las que mira como peccata minuta.
Ramón Tejada Holguín
El Caribe
Perspectivaciudadana.com
2 noviembre 2010.
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