Alicia persigue un conejito blanco por vericuetos inenarrables: en el trayecto descubre un país de maravillas que ella transforma y a ella la transforma. Demandar la construcción de una sociedad democrática es igual: se construye la democracia y el trayecto nos descubre nuevos espacios para la acción colectiva. Alcanzar la meta es el fin del relato, pero el relato social es interminable. Desde el País de Alicia es mi persecución del conejito de la democracia, en este país de ambiguas maravillas.
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Querido amigo, querida amiga, te invito a la puesta en circulación de La verdadera historia de la mujer que era incapaz de amar, de Ramón Tejada Holguín. La actividad se realizará en la Sala de Arte Ramón Oviedo, ubicada en la sede del Ministerio de Cultura, a las seis de la tarde del siete de julio del 2010. La presentación del texto estará a cargo de dos conocidos narradores, Manuel García Cartagena y René Rodríguez Soriano.
La verdadera historia de la mujer que era incapaz de amar, es un texto escrito en claves de relatos y poemas pero que puede leerse como novela. Es un archipiélago de historias signadas por el amor fallido, la amistad inquietante y el cariño sincero, que se enfrentan, se contraponen y predisponen para dar pie a otra historia que es o engendra los relatos de vida de unos personajes que rondan y se instalan en los más sórdidos y perturbadores territorios del amor.
Ramón Tejada Holguín obtuvo el primer premio en Concurso de Cuentos de Casa de Teatro. Ha obtenido, además, diversas menciones honorífica, y segundos y tercer premio. Durante los noventa publicó tres texto escritos en complicidad con René Rodríguez Soriano: Así Llegaste tú (Relato), Probablemente es Virgen (cuentos y relatos), Blasfemia Angelical (ensayos).
Diversos autores han escrito sobre las obras literarias de Tejada Holguín:
"En esta orientación se plantea una cuestión importante, el problema de lo urbano y el aterrante ritmo de una ciudad que se dilata y congela en el hastío. La cotidianidad como símbolo es, definitivamente, el hilo de Ariadna que desmadejan lúcidamente estas historias. Aparecen como formas de vida y de conciencia así como también lo fugaz y efímero de la vida postmoderna. El aburrimiento es lo cotidiano, discurrir de bostezos y angustias. Época de vaciedad y tristeza: "Tratando de escapar sin saber a qué, ni hacia qué". "El asunto anda -dice el propio Holguín- por el aburrimiento, la falta de novedad, la tibieza de esta vomitiva vida, la ausencia de verdaderas emociones fuertes""
Plinio Chahin, en “¿Literatura sin lenguaje? Escritos sobre el silencio y otros textos”, (2005)
“...cierto autor que podría ser el mismo Tejada, ha recibido la sugerencia de crear un relato con nombres ficticios que no sabemos ya si lo son o no, y que el autor acepta, mezclando para siempre los hechos, adjudicándolos a su antojo, en una haz de personajes que reflejan las angustias intelectuales y sexuales de una sociedad joven, con las manos atadas sobre el pubis o sobre el instrumento de Adán”.
-Marcio Véloz Maggiolo, “Ventana”, Listín Diario, 16 de enero de 1994
“En su obra la sensación de vivir aparece como ruptura y desamparo. Los personajes Holguinianos parecen dialogar con su nada refleja en una experiencia totalizadora. En Holguín, los juegos verbales son juegos de máscaras que se transforman en transgresiones corporales y, a veces, etéreas”.
-Julio Adames, “Plural”, Hoy, 30 de abril de 1994
“Un texto altamente sicológico, maltratado y maldito que, utilizando El recurso de la cámara lenta, nos proyecta la película que nos retrata de cuerpo entero a nosotros que ‘seguiremos siendo el tema de fondo, una metáfora incomprensible, extras mal pagados’”.
-René Rodríguez Soriano, “Biblioteca”, Última Hora, 17 de septiembre de 1995
Puesta en circulación de La verdadera historia de la mujer que era incapaz de amar
Querido amigo, querida amiga, te invito a la puesta en circulación de La verdadera historia de la mujer que era incapaz de amar, de Ramón Tejada Holguín. La actividad se realizará en la Sala de Arte Ramón Oviedo, ubicada en la sede del Ministerio de Cultura, a las seis de la tarde del siete de julio del 2010. La presentación del texto estará a cargo de dos conocidos narradores, Manuel García Cartagena y René Rodríguez Soriano.
La verdadera historia de la mujer que era incapaz de amar, es un texto escrito en claves de relatos y poemas pero que puede leerse como novela. Es un archipiélago de historias signadas por el amor fallido, la amistad inquietante y el cariño sincero, que se enfrentan, se contraponen y predisponen para dar pie a otra historia que es o engendra los relatos de vida de unos personajes que rondan y se instalan en los más sórdidos y perturbadores territorios del amor.
Ramón Tejada Holguín obtuvo el primer premio en Concurso de Cuentos de Casa de Teatro. Ha obtenido, además, diversas menciones honorífica, y segundos y tercer premio. Durante los noventa publicó tres texto escritos en complicidad con René Rodríguez Soriano: Así Llegaste tú (Relato), Probablemente es Virgen (cuentos y relatos), Blasfemia Angelical (ensayos).
Diversos autores han escrito sobre las obras literarias de Tejada Holguín:
"En esta orientación se plantea una cuestión importante, el problema de lo urbano y el aterrante ritmo de una ciudad que se dilata y congela en el hastío. La cotidianidad como símbolo es, definitivamente, el hilo de Ariadna que desmadejan lúcidamente estas historias. Aparecen como formas de vida y de conciencia así como también lo fugaz y efímero de la vida postmoderna. El aburrimiento es lo cotidiano, discurrir de bostezos y angustias. Época de vaciedad y tristeza: "Tratando de escapar sin saber a qué, ni hacia qué". "El asunto anda -dice el propio Holguín- por el aburrimiento, la falta de novedad, la tibieza de esta vomitiva vida, la ausencia de verdaderas emociones fuertes""
Plinio Chahin, en “¿Literatura sin lenguaje? Escritos sobre el silencio y otros textos”, (2005)
“...cierto autor que podría ser el mismo Tejada, ha recibido la sugerencia de crear un relato con nombres ficticios que no sabemos ya si lo son o no, y que el autor acepta, mezclando para siempre los hechos, adjudicándolos a su antojo, en una haz de personajes que reflejan las angustias intelectuales y sexuales de una sociedad joven, con las manos atadas sobre el pubis o sobre el instrumento de Adán”.
-Marcio Véloz Maggiolo, “Ventana”, Listín Diario, 16 de enero de 1994
“En su obra la sensación de vivir aparece como ruptura y desamparo. Los personajes Holguinianos parecen dialogar con su nada refleja en una experiencia totalizadora. En Holguín, los juegos verbales son juegos de máscaras que se transforman en transgresiones corporales y, a veces, etéreas”.
-Julio Adames, “Plural”, Hoy, 30 de abril de 1994
“Un texto altamente sicológico, maltratado y maldito que, utilizando El recurso de la cámara lenta, nos proyecta la película que nos retrata de cuerpo entero a nosotros que ‘seguiremos siendo el tema de fondo, una metáfora incomprensible, extras mal pagados’”.
-René Rodríguez Soriano, “Biblioteca”, Última Hora, 17 de septiembre de 1995
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