Hay quienes están creando espacios diminutos en los que solo caben quienes comparten las mismas ideas.
Es como si la homogeneidad deviniere en espíritu de la época.
Paradójico: en un mundo con tantos medios y redes para expresar y confrontar ideas, hay tendencia a una sordera elegida, autoimpuesta.
La conversación parece ir hacia un olímpico desencuentro con la racionalidad y la reciprocidad verbal.
Gobierno y sociedad ven a la sinergia huir despavorida por la boca y lengua de quienes creen tener la razón absoluta.
Hablo de ambos lados del espectro, porque en ambos lados hay quienes son incapaces de usar los oídos.
No hay primera piedra que tirar, sino ideas que enfrentar y contrastar, conclusiones a la cuales llegar en base a un dialogo franco.
La democracia es debate, convergencia de lo disímil, ideas sin dueños o dueñas que colisionan.
Ideas que no debe importar quien las postule, sino su validez intrínseca.
Hay amistades y cariños que la historia, no la histeria, deberá absolver, que no absorber.
Propicio es este momento para escuchar a Dave Mason y su We Just Disagree
“No hay un tipo malo, ni hay un tipo bueno, es que simplemente no estamos de acuerdo”.
Ir al enlace: Dave Mason: We Just Disagree
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