A todos mis amigos y mis amigas en todas las redes sociales

Con mi corazón en las manos os digo que midamos bien nuestras palabras para referirnos a quienes apoyan una opción distinta y para referirnos a quienes apoyan nuestra misma opción.

Cada quien cargará con el fardo de sus palabras a partir del 21 de mayo de 2012, cuando definitivamente tendremos presidente.

Cada quien tendrá sobre sí una mochila con su práctica, con la manera de asumir su opción, con su propia vida y consciencia. No hagas que esa mochila sea tan pesada que te sea insoportable mirar hacia atrás.

Cada quien podrá o no mirar a los ojos a sus amigos y amigas del otro lado de su opción, y del lado de su propia opción, a su familia y a cada una de las persona con que interactúa en las redes sociales.

Calma.

Antes de escribir algo, reflexiona y toma en cuenta que no importa lo alto que gritemos, no importa la forma en que neguemos la realidad, no importa el dedo que desea ocultar un sol luminoso y ardiente, porque "aunque no lo veamos el sol siempre está" y la realidad no cambia ni con palabras, ni con encuestas, ni engañándonos a nosotros mismos, ni engañándose ustedes mismas.



El 21 de  mayo habrá quienes despertarán como de un sueño, hará quienes sentirán el gran deseo de una disculpa infinita y otros y otras la pulsión de disculparse eternamente.

La suerte está echada y vociferar o gritar nada cambiará.

Solo te pido a ti, que tienes una opción distinta a la mía, y a ti que tienes la misma opción que yo, que pienses muy bien tus palabras, tus actos, no vaya a ser que el 21 de mayo resulte para ti, un día de resaca, pero de esas resacas que le dan al alcohólico que siempre se arrepiente de haber tomado.

Sería terrible salir de este estado de borrachera con una resaca preguntándote  ¿hice esto? ¿Cómo pude haber hecho eso?

Mi brazo solidario, les doy a todos y todas sin distinguir opción.

A todos y todas les pido calma y respeto por la opción contraria.

Cuidemos bien nuestras palabras, escuchémonos, seamos justos y justas con los demás para ser justos y justas con nosotros mismos.

Ramón Tejada Holguín

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