Un pacto eléctrico: con sus polos positivo y negativo

Ramón Tejada Holguín

El pacto Fernández-Vargas Maldonado tiene como elemento positivo para la sociedad dominicana que reduce tanto el potencial nivel de conflictividad política como la inamovilidad que la Reforma Constitucional ha estado provocando. El lado oscuro es que reitera las prácticas del liderazgo político dominicano de no respetar los organismos partidarios, y personalizar los acuerdos antes que institucionalizarlos. Como otro de los aspectos positivos se puede señalar que los liderazgos políticos negociaron sin necesidad de la mediación de la Iglesia Católica lo cual es un signo de madurez del sistema político.

Hay ganadores y perdedores. El gran perdedor es el PRSC. El Pacto abarata el valor de sus congresistas en el mercado político y evidencia la incapacidad política de la dirigencia de conducir ese partido hacía la obtención de mayor influencia en el sistema político.

El Presidente gana. La Reforma Constitucional tal cual la había concebido se encontraba empantanada, afectando la marcha de las políticas públicas, con la agravante de que el presidente, al parecer, carecía del apoyo necesario para lograr que fueran aprobados los artículos que más le interesaban. Con el pacto se destraba el proceso y si se respeta hará que la Reforma fluya más rápidamente. El presidente reafirma su liderazgo a lo interno del PLD y deja abierta la posibilidad de regresar a la presidencia después a del 2016.

Vargas Maldonado gana. El pacto le reconoce como líder de los congresistas del PRD, allanándole el camino hacia la presidencia del PRD en la convención. El contenido del pacto hará posible que su contendiente interno, Hipólito Mejía, pueda aspirar a la candidatura presidencial del PRD, por lo cual será difícil que denuncie el pacto. Tomando en cuenta el nivel de rechazo que conserva Mejía, si Vargas no comete ningún error podría convertirse en el principal líder de la oposición, colocándose a tiro de hit, para anotarse la candidatura presidencial del PRD.

Hay una recomposición importante del sistema partidario. A lo interno del PLD puede beneficiar a Danilo Medina, que posee una estructura interna organizada y tiene mayores probabilidades de convertirse en el candidato presidencial del PLD. En el PRD polariza la lucha entre dos grupos organizados: el de Mejía y el de Miguel Vargas. Pierden los aspirantes que querían el apoyo de Mejía, ya que Hipólito tiene probabilidades de ser candidato presidencial. En cuanto al contenido tiene efectos negativos como el acuerdo para unificar las elecciones, y positivos, como el tema de la nacionalidad.


Sobre el adefesio de artículo 30 y el pacto

Lo admito, en esto soy optimista. Si Vargas y Leonel estuvieran de acuerdo en que el artículo 30 se quede como fue aprobado en primera lectura, habrían colocado dicho acuerdo en el pacto, porque dentro del esquema de pensamiento del sistema político eso le daría votos a ambos. Pero, no lo pusieron.

Hay dos probabilidades del porqué no se colocó entre los acuerdos: 1) No hay acuerdo entre ambos, uno lo apoyo el otro no, y 2) Hay acuerdo entre ambos de que el 30 no debe estar como se aprobó en primera lectura, pero no se atreven a colocarlo explícitamente para no pelearse con la jerarquía católica.

Ambas situaciones favorecen que no se quede el Adefesio 30, como está. Porque si los asambleístas no se pueden poner de acuerdo en un determinado artículo, dicho artículo queda como estaba en la constitución que se está reformando. Así que en mi interpretación el acuerdo puede ser favorable a la lucha contra el Adefesio 30.

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