Sostienen los estudiosos de la conducta que se deben dar refuerzos positivos para lograr que las personas actúen correctamente, y para evitar las inconductas se dispone de refuerzos negativos. Como quien dice: se premia al que se porta bien y se castiga al que se porta mal. Principio básico de psicología que al parecer diversas autoridades no toman en cuentan. O tal vez sí, pero el problema se encuentra en la forma en que las autoridades definen los comportamientos aceptables, positivos y que deben ser estimulados. O sea, para poder reforzar los comportamientos que deseamos se repitan es necesario definirlos con claridad.
Sostuvo el presidente Fernández en su discurso de rendición de cuentas que someterá al Congreso "...un anteproyecto de Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, otro de la Policía Nacional y otro de Organización y Funcionamiento del Sistema de los Servicios de Inteligencia en el país. Al fortalecer nuestras instituciones orientadas a la prevención, la disuasión y la persecución del crimen, así como las áreas de justicia, prisión y rehabilitación, estaremos creando las condiciones internas para revertir la ola de criminalidad, de desconfianza y de incertidumbre que se apodera de nuestra población...". No hay que ser un psicólogo experimentado para darse cuenta que las leyes contienen los refuerzos positivos y negativos para que las personas actúen según las reglas de la convivencia en sociedad. En el caso de las personas que desempeñan funciones en el ámbito de la seguridad ciudadana, las leyes, y las acciones estatales en sentido general, deben promover aquellas personas que cumplen con su deber de respetar y hacer respetar la leyes vigentes, y que demuestran ser efectivas en su acción. Los refuerzos positivos o negativos deben ser claros mensajes de qué tipo de conducta es la correcta. Se puede decir que en el discurso presidencial, en cuanto a definición, hay claridad sobre el comportamiento esperado.
Sostienen algunos que en la Nación no existe correspondencia entre lo escrito y las acciones. Los reforzamientos positivos y negativos que las leyes poseen, no son respetados tanto por las autoridades como por una parte de la ciudadanía. Si los refuerzos son ambiguos, o irrespetados no tendrán los efectos deseados, sino todo lo contrario. En el caso de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional los ascensos constituyen refuerzos positivos y los retiros a edades productivas, negativos. El general Vinicio Hernández Méndez tuvo a su cargo investigar la muerte de dos presuntos secuestradores de Baldera Gómez, se determinó que "los agentes policiales ultimaron a los detenidos actuando al margen del ordenamiento jurídico dominicano y trataron de simular un intercambio de disparos". Este general fue puesto en retiro. Los siguientes policías y marinos fueron ascendidos por el presidente Fernández: Ramirito Dumé Nina, quien recibió vivos a los presuntos secuestradores, pasó a ser Alférez de Navío; Víctor Manuel Féliz Féliz, en contra de quien fueron recomendadas drásticas sanciones disciplinarias es Alférez de Fragata, y Alberto Trejo Pérez, en contra de quien fue dictada una medida de coerción por el mismo caso, fue ascendido a coronel de la Policía. ¿Qué comportamientos refuerzan estos premios? Además, no tomar medidas frente a quienes dirigen las instituciones en las que se observan las inconductas son estímulos para que malos comportamientos, como las ejecuciones sumarias, sigan realizándose.
Ramón Tejada Holguín
El Caribe
15 de Marzo 2010
Sostuvo el presidente Fernández en su discurso de rendición de cuentas que someterá al Congreso "...un anteproyecto de Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, otro de la Policía Nacional y otro de Organización y Funcionamiento del Sistema de los Servicios de Inteligencia en el país. Al fortalecer nuestras instituciones orientadas a la prevención, la disuasión y la persecución del crimen, así como las áreas de justicia, prisión y rehabilitación, estaremos creando las condiciones internas para revertir la ola de criminalidad, de desconfianza y de incertidumbre que se apodera de nuestra población...". No hay que ser un psicólogo experimentado para darse cuenta que las leyes contienen los refuerzos positivos y negativos para que las personas actúen según las reglas de la convivencia en sociedad. En el caso de las personas que desempeñan funciones en el ámbito de la seguridad ciudadana, las leyes, y las acciones estatales en sentido general, deben promover aquellas personas que cumplen con su deber de respetar y hacer respetar la leyes vigentes, y que demuestran ser efectivas en su acción. Los refuerzos positivos o negativos deben ser claros mensajes de qué tipo de conducta es la correcta. Se puede decir que en el discurso presidencial, en cuanto a definición, hay claridad sobre el comportamiento esperado.
Sostienen algunos que en la Nación no existe correspondencia entre lo escrito y las acciones. Los reforzamientos positivos y negativos que las leyes poseen, no son respetados tanto por las autoridades como por una parte de la ciudadanía. Si los refuerzos son ambiguos, o irrespetados no tendrán los efectos deseados, sino todo lo contrario. En el caso de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional los ascensos constituyen refuerzos positivos y los retiros a edades productivas, negativos. El general Vinicio Hernández Méndez tuvo a su cargo investigar la muerte de dos presuntos secuestradores de Baldera Gómez, se determinó que "los agentes policiales ultimaron a los detenidos actuando al margen del ordenamiento jurídico dominicano y trataron de simular un intercambio de disparos". Este general fue puesto en retiro. Los siguientes policías y marinos fueron ascendidos por el presidente Fernández: Ramirito Dumé Nina, quien recibió vivos a los presuntos secuestradores, pasó a ser Alférez de Navío; Víctor Manuel Féliz Féliz, en contra de quien fueron recomendadas drásticas sanciones disciplinarias es Alférez de Fragata, y Alberto Trejo Pérez, en contra de quien fue dictada una medida de coerción por el mismo caso, fue ascendido a coronel de la Policía. ¿Qué comportamientos refuerzan estos premios? Además, no tomar medidas frente a quienes dirigen las instituciones en las que se observan las inconductas son estímulos para que malos comportamientos, como las ejecuciones sumarias, sigan realizándose.
Ramón Tejada Holguín
El Caribe
15 de Marzo 2010
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