Sesgo de preferencia electoral


Un sesgo se define como una opinión o prejuicio, no necesariamente basado en pruebas pertinentes. En las encuestas existen diversos tipos. Por ejemplo, el sesgo de selección es aquel en el cual se elige una muestra de personas a entrevistar que de antemano sabemos que opinarán  favorablemente a lo que el investigador quiere demostrar. También existe el sesgo del diseño del cuestionario, que se relaciona directamente con la manera de formular las preguntas. Es decir, se hacen preguntas que sugieren la respuesta.

Los sesgos en las preguntas provocan que la mayoría de las personas entrevistadas se inclinen por una opción. Si, por ejemplo, analizamos dos encuestas hechas con el mismo cuestionario, por la misma empresa, y con la misma metodología, no podemos acusar a una de las encuestas de tener sesgos y a la otra no. Dicho de otra manera, o el sesgo está presente en las dos encuestas o no está presente en ninguna.

Observemos el caso de las dos encuestas realizadas por la Penn, Schoen and Berland (PSB). La primera, publicada en mayo de 2011, daba 12 puntos por encima a Hipólito Mejía frente a Danilo Medina (51% a 39%). Atendiendo a este resultado se sostuvo que Mejía estaba consolidado en el primer lugar, con un PRD unido, y que el factor Miguel Vargas no afectaba la candidatura. En la segunda encuesta de esta firma, Medina, con 46%, se coloca dos puntos por encima de Mejía, con 44%.

Al analizar las encuestas, el punto más importante son las tendencias que muestran, el hacia dónde se mueven las preferencias. La Gallup-Hoy había mostrado una tendencia clara de crecimiento rápido de Medina, y de estancamiento de Hipólito. La PSB muestra que la tendencia captada por la Gallup hasta noviembre del 2011, se mantiene y profundiza en enero de 2012. Es decir, Medina crece y Mejía baja. Con o sin sesgos, ambas encuestas muestran la misma tendencia, aunque con números distintos. Luego la tendencia está validada por las encuestas de medios de comunicación que no pueden ser acusados de favorables a Danilo Medina.

Para terminar con los sesgos, hay uno al que llamo "sesgo de preferencia electoral". Es aquel que, a pesar de la tendencia observada, la quiere ocultar o minimizar. Así, hay quienes sostienen que el crecimiento de Medina sólo se debe a la división del PRD y a que el PLD está compacto; sin embargo, hay otro aspecto a considerar. 

Las encuestas muestran que las personas no están satisfechas con el gobierno y que desean un cambio. Pero, cada vez más se reduce el porcentaje que prefiere a Mejía y aumenta el que prefiere a Medina. No es un sesgo ni una inconsistencia. Lo que ocurre es que Medina ha logrado convencer a una parte del electorado de que efectivamente él representa un cambio, que su propuesta es factible y que tiene lo necesario para marcar una diferencia. Muchos confían en que así será.

Ramón Tejada Holguín
Perspectiva Ciudadana
El Caribe
31 Enero 2012