Cuando gobiernan las mujeres

“El país de las mujeres”, de Gioconda Belli, es una novela de tesis que plantea cómo sería un gobierno encabezado y gestionado solo por mujeres. No cualquier tipo de mujer, sino las que  ponen por delante el modo de pensar, sentir y hacer de las mujeres, sin medias tintas ni vergüenzas.  

Las protagonistas son cinco amigas lideradas por Viviana Sanzón (no es casual la escogencia de sus nombres), figura estelar de la televisión de Fraguas, el país de tres millones de habitantes donde se lleva a cabo el experimento. La idea les surgió de la indignación ante las cosas mal hechas por los políticos habituales: corrupción, robo y desfalco al Estado, imperio del narcotráfico, impunidad, desorden, abusos a menores, violencia contra las mujeres,  delincuencia, basura…



Utilizando los mecanismos propios del sistema democrático, formaron el PIE, Partido de la Izquierda Erótica –‘Izquierda’ por el gancho zurdo que proponen meterle a la pobreza y a la corrupción; ‘Erótica’ porque Eros significa ‘vida’, que es el valor que prometen conservar y cuidar; ‘PIE’, entendido como el sostén para caminar hacia adelante y avanzar–, y fueron a elecciones. El emblema del partido consta de dos piecitos andando.

¿Cómo se ganaron a la gente y se dieron a conocer? Con una campaña nada convencional, provocadora y diferente. Viraron a su favor los estigmas más recurridos para apartar a las mujeres de la vida pública. Por ejemplo, adentro de los pañales pusieron este mensaje: “El país está más cagado que tu hijo. Da el primer paso, ven con el PIE…”; en los paquetes de toallas sanitarias, este otro: “Los hombres sangran en las guerras. Nosotras sangramos todos los meses para la vida. Da el primer paso…”.

En el plano de la acción política, hicieron cordones de embarazadas alrededor de las instituciones más corruptas e impunes, y caminatas en los barrios pintando las uñas de los pies a las mujeres… Viviana, Eva, Ifigenia, Rebeca y Martina decidieron poner en su justo lugar, acogiendo a los hombres con vocación de maternidad, la capacidad de procrear y cuidar a los hijos; apostaron a expresar sin tapujos el llanto, la sensibilidad, la inseguridad, el sentido práctico, por las cualidades típicamente femeninas.   

Pero también hubo un elemento providencial que contribuyó a apaciguar los ánimos de los varones (¿por qué esta muleta, Gioconda, por qué?): la explosión del volcán Mitre cuyas posteriores nubes de polvo y gas tuvieron el efecto de reducir los índices de testosterona masculina. Los hombres se amansaron durante dos años, el PIE triunfó y arrancó su singular gobierno.

Con el PIE en el poder empezaron los anunciados cambios. Basaron su economía en el cultivo y exportación de flores, en la siembra intensiva de granos para tener seguridad alimenticia, en el turismo verde y en la venta de oxígeno –los bonos de carbono– a empresas de países altamente industrializados y contaminantes. En un momento dado decidieron, con gran valentía, sacar a todos los hombres de los puestos públicos ya que de alguna forma ponían trabas y objeciones a las iniciativas de las mujeres. Hubo serias consecuencias pues obviamente los otros no quedarían de brazos cruzados.

La novela resulta esquemática en su desarrollo, por centrarse en contar cómo sería un gobierno de mujeres. Pinceladas de la vida privada de las protagonistas se encuentran, apenas lo justo para sostenerlas dentro de su marco de ficción. Diversos “materiales históricos” insertados a lo largo del libro aportan variedad y verosimilitud a la narración (interrogatorios policiales, pliego de reformas democráticas, recortes de prensa, manifiesto del PIE, un mail, un post de blog…)

Es bonito hacer un alto, leer “El país de las mujeres” y soñar con otra sociedad. 

Ruth Herrera
Revista U
Junio 2011

Compromiso fiscal

Cada vez que se habla de reforma fiscal o tributaria hay quienes reiteran los mitos de que los pobres no pagan impuestos, y de que la reforma es dañina para todos. No conozco estudios que relacionen ingresos familiares e impuestos. Pero, sé que hay economistas que están trabajando el tema en la actualidad cuyos datos sugieren que la percepción de que los pobres no pagan impuesto es falsa. Pagan menos en términos absolutos porque gastan menos, pero en términos proporcionales pagan impuestos de manera similar que los sectores medio alto, medio y medio bajo. Los de más altos ingresos son los beneficiados del tipo de impuesto que se paga en el país.

Paradójicamente, junto con el mito de que los pobres no pagan impuestos, nos venden la idea de que todos seremos afectados por ellos. Y no es así. Hay un tipo de impuesto que tendrá mayor impacto en los sectores de más altos ingresos. Pero, precisamente esos sectores son los más poderosos, con mayor nivel de acceso a los medios de comunicación y mejor organizados para defenderse. Sí, eso significa que el problema más grave es la indefensión de los sectores más pobres y el poder que tienen los de mayor ingreso para doblar el pulso al tipo de reforma fiscal, que busque lograr que quienes ganan más paguen más en términos proporcionales. O sea, que haya impuestos progresivos en el país.

El gobierno llama a negociar a los representantes de los grupos de mayor poder y recursos económicos y a los empresarios del transporte. Esto últimos mal llamados "sindicalistas", que se montan en el carro de la negociación supuestamente representando a los pobres y logran que les obsequien más gasoil, más gasolina, y más gas propano, pero no transfieren esos beneficios a sus usurarios, sino a sus bolsillos. Delirante y mancondiano el mundo de la representación popular en Dominicana.

Las organizaciones de los trabajadores, los cuentapropistas, los profesionales independientes, los pequeños y microempresarios, los desempleados, las amas de casa, los agricultores deberían tener en sus filas a economistas serios que les expliquen con honestidad los tipos de impuestos que les benefician y los que no les benefician, para que en función del análisis traten de construir estrategias de intervención viables y realistas. Que horrible no entender que toda política social necesita recursos, que la lucha no es contra la necesaria reforma fiscal, sino a favor de un uso correcto del dinero recaudado y en contra de impuestos regresivos.

Sí, lo afirmo, los grupos vulnerables carecen de una estrategia de intervención política que les permita competir con el empresariado en un tema tan vital como la economía. La economía no es sólo asunto de empresarios, gobierno y seudo sindicalistas que trafican con la lucha. Hay que reclamar transparencia y rendición de cuentas en el plano fiscal, hay que impedir que se haga un pacto fiscal de aposento. El gran déficit de la democracia dominicana es la indefensión de los más pobres.

Ramón Tejada Holguín
Perspectiva Ciudadana
El Caribe
14 Junio 2011