La mesa de diálogo y la CIDH

Los medios de comunicación se han hecho eco de los temas que se abordarán en la MESA DE DIÁLOGO con la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), resaltando que se tratarán tópicos relacionados con la migración y la adquisición de la nacionalidad.

La agenda fue publicada por la CIDH, organismo que explicó que la MESA DE DIÁLOGO tendrá una duración de doce meses y que durante ese período habrá dos reuniones, una en Santo Domingo y la siguiente en Washington, aunque las fechas aún no han sido fijadas.

Se ha tratado de tergiversar, con informaciones falsas y argumentos infundados, el rol del Gobierno en la MESA DE DIÁLOGO que sostendrá con la CIDH. El objetivo es claro: confundir a la sociedad.

El Gobierno acudirá a esta MESA DE DIÁLOGO a explicar todo lo que está haciendo en materia migratoria y de nacionalidad, defendiendo siempre nuestra soberanía y ordenamiento jurídico.

En esa MESA DE DIÁLOGO no se permitirá injerencias ni imposiciones de ninguna índole. Será una conversación informativa, donde el país suministrará informaciones y se permitirán preguntas.

La Mesa de Diálogo se celebrará aquí porque una vez que se saca a un país del capítulo IV o “lista negra” se estable el mecanismo de la mesa de diálogo en la nación para que, como haremos nosotros, defender lo que hemos hecho en materia migratoria y respeto de derechos humanos.

De hecho, este proceso se ha llevado a cabo en otros países de la región como Colombia y México que, al igual que RD, fueron sacados de dicho capítulo.

República Dominicana nunca debió estar en el Capítulo IV de la CIDH, ya que el Gobierno dominicano siempre ha mantenido una política de respeto y cumplimiento de los derechos humanos.

Y, justamente, esa realidad es la que se explicará en la MESA DE DIÁLOGO. El Gobierno no ha negociado ni negociará absolutamente nada que tenga que ver con los atributos soberanos de la República Dominicana.

El Gobierno dominicano está comprometido con respetar y hacer valer su ordenamiento jurídico en materia migratoria y de nacionalidad, así lo ha demostrado. Cómo respeta los derechos humanos y la normativa internacional al respecto.

República Dominicana es un país libre y soberano con sus leyes y Constitución, y el gobierno las respeta y defiende, así como los acuerdos internacionales y los derechos humanos.

Hay que reiterar que la Ley 169-14 es un estatuto justo, equilibrado, políticamente viable, y que, además, está acorde con la Constitución y las demás normas del ordenamiento jurídico del país.

Con esa Ley han quedado resuelto los problemas que afectaban a miles de personas nacidas en el país hijos de padres extranjeros residentes en condición migratoria irregular, antes del 2007.

La ley se refiere a la nacionalidad. 

En cuanto al tema migratorio llevamos a cabo un Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, el cual ha jugado un papel importante en el control migratorio en el país. El PNRE fue un éxito y ya nadie puede inscribirse en él porque las inscripciones finalizaron.

La Ley Especial 169-14 buscaba retornar la documentación a personas nacidas en el pais, que tenía sus documentos y ellas no cometieron ninguna irregularidad al conseguirlo. Solo aplica para esas personas que se contabilizaron en unas 50 mil. Esta ley fue fruto del consenso de todos los sectores políticos y diversas instituciones nacionales.

El Plan Nacional de Regularización, es un ejemplo de que República Dominicana aplica una política migratoria justa, respetuosa de los derechos humanos, tal y como lo establecen las legislaciones vigentes a nivel nacional e internacional.


Hoy en día países como Chile y Colombia discuten la posibilidad de aplicar planes de Regularización de Inmigrantes que están es esos países de forma irregular.

Ramón Tejada Holguín.

Pequeño diccionario de palabras que se confunden: regularización, migrantes y nacionalidad


Hay diversas instituciones y personas que al momento de hablar del tema migratorio y la naturalización dominicanos desconocen las características e implicaciones del Plan de Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE), y confunden este, el PNRE, con el proceso de la Ley 169-14 que establece un régimen especial para personas nacidas en el territorio nacional cuyos ambos padres sean extranjeros irregulares y que fueron inscritas en el Registro Civil Dominicano.

La ley 169-14 y el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros se refieren a dos aspectos totalmente distintos: la primera hace referencia a la nacionalidad y naturalización, y el segundo a la necesidad de que todos losextranjeros que estén en el país esténformalmente documentados, debidamente regularizados en su estatus legal.

Esta ley fue fruto de un gran consenso de todas las fuerzas políticas con representación en el Congreso Nacional y sus líderes políticos.

También se consultaron y dieron su visto bueno organizaciones de las distintas iglesias,la sociedad civil y sus liderazgos.


1. Nacionalidad y Naturalización

La ley 169-14 establece:

A) Un régimen especial en beneficio de hijos e hijas de padres y madres extranjeros no residentes, nacidos en el territorio nacional durante el período comprendido entre el 16 de junio de 1929 al 18 de abril de 2007, inscritos en los libros del Registro Civil Dominicano en base a documentos no reconocidos por las normas vigentes para esos fines al momento de la inscripción; a todas esas personas se les reconoce la nacionalidad dominicana automáticamente. Esas personas ya tenían sus actas de nacimiento, y habían nacido y criado en nuestro país, era de justo derecho devolverles sus documentos de identidad. Este grupo no pasa de 55 mil personas.

La ley también identificó un grupo de personas nacidas en el país y con la misma características del grupo anterior, pero que nunca se inscribió en el registro civil. 

A este grupo se le llamó grupo B. En ese caso se estableció el procedimiento para el registro de hijos de padres extranjeros en situación irregular nacidos en la República Dominicana y que no figuran inscritos en el Registro Civil. Estos primeros se inscribieran en el libro de extranjería y luego de dos años podían optar por la naturalización. En este grupo se inscribieron menos de 9 mil personas.


2. Migración y Regularización

El Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE) no se relaciona con dar o quitar nacionalidad a nadie, o dar naturalización a alguien.

El PNRE fue diseñado exclusivamente para migrantes extranjeros que se encontraban en el país en situación irregular, y su objetivo fue regularizarlos, dicho en lenguaje sencillo "darles papeles", de manera que estos migrantes puedan ejercer sus derechos ciudadanos (por ejemplo, acceso a la seguridad social y Plan de Pensiones) y cumplan con sus deberes ciudadanos (por ejemplo, pagar sus impuestos y pagar lo que les corresponde en materia de seguridad social).

Al 17 de junio de 2015, fecha de cierre del PNRE, 288 mil 466 personas se habían acogido al plan. Al día de hoy hay 249,947 expedientes de personas aprobados. Cerca del 80 % de los acogidos al PNRE nacieron en Haití y el resto en Canadá, Estados Unidos, México, algunos de los países de Centro y Sur América, China, y algún país europeo. 

Es claro que quien no se haya regularizado, deberá, ahora, cumplir con las leyes migratorias dominicanas o retornar a su país de origen, como se estila en todas partes del mundo. 

De hecho el gobierno diseñó en aquel momento un plan de retorno voluntario, en el cual el gobierno dominicano le garantiza, sin costo alguno, el retorno a su país de nacimiento de las personas migrantes irregulares y sus pertenencias. Muchas personas se acogieron a este Plan de Retorno.

Cómo se puede observan faltan a la verdad quienes promueven la idea de que el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros busca nacionalizar o naturalizar a extranjeros y en especial a personas de origen haitiano.

Las leyes migratorias dominicanas con claras y ya que el PNRE ha finalizado se aplica estrictamente la Ley de Migración y su protocolo de forma ordinaria. El Gobierno da garantías de que se respetará la dignidad de los extranjeros que sean sometidos al proceso de repatriación por no cumplir con los requisitos establecidos por las leyes dominicanas para residir en el país.

La Dirección General de Migración es la responsable de llevar a cabo el proceso de repatriación de extranjeros irregulares (o sea "sin papeles"). Ningún policía o militar puede apresar a un extranjero que resida irregularmente en el país, violando la ley de migración, sin la presencia de un oficial de Migración.

Cada extranjero debe ser registrado y procesado individualmente de manera que se controle la legalidad de su detención. Asimismo, se le debe proveer información en su idioma.

Cuando se puso en marcha el PNRE fueron capacitados 150 inspectores de la Dirección General de Migración y 2 mil militares, en materia de derechos humanos y orientados sobre los nuevos protocolos de chequeo.

Hay que estar bien claros, pues. Faltan a la verdad quienes colocan en el mismo nivel la ley 169-14 y el PNRE.