Congreso en bandolera

La presidencia de la Cámara de Diputados y la del Senado creen que hay sectores interesados en desprestigiar el Poder Legislativo. Se dice que existe una conspiración para desacreditar el Congreso Nacional.

Como ciudadano respetuoso de la institucionalidad, promotor de la democracia dominicana y deseoso de que nuestro congreso cumpla con el rol que la nueva Constitución le asigna, quiero contribuir a encontrar a quienes diseñan, promueven y ejecutan acciones tendentes a desprestigiar el Poder Legislativo, de manera que se tomen las medidas pertinentes para neutralizarles e incluso, de ser necesario, se les sancione ejemplarmente y evitemos que continúen en su despropósito.

Si tuviera la oportunidad de leer la taza de algunos de los conspiradores, podría ayudar al desenmascaramiento de todo el tinglado que se ha montado. Pero, como fanático de las novelas y películas policiales, usaré el método aplicado por los y las detectives más famosos del mundo.

Lo primero es encontrar el motivo. Hay evidencias contundentes de que el motivo principal de quienes quieren narigonear a los legisladores es evitar que los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial sean "independientes en el ejercicio de sus respectivas funciones" como sostiene el artículo 4 de la Constitución, que continua: "Sus encargados son responsables y no pueden delegar sus atribuciones, las cuales son únicamente las determinadas por esta Constitución y las leyes".

El fin ulterior de quienes buscan provocar que no creamos en nuestros congresistas es evitar la separación efectiva de los poderes del Estado. En ese sentido, el Congreso dominicano debe ver hacia dentro de sí mismo, ya que hay quienes se desviven por complacer al Poder Ejecutivo aunque eso signifique olvidar el espíritu de la Constitución en cuestiones vitales para la democracia. En efecto, quienes aceptan que el Poder Ejecutivo modifique leyes orgánicas con la ayuda de una mayoría simple de legisladores, a pesar de que la Constitución es clara en cuanto a que se necesitan dos tercios, contribuyen a la desconfianza en el Congreso.

Las personas que siembran el descreimiento en el Poder Legislativo y su función, son aquellas que, siendo legisladores y a pesar de que el artículo 93 de la Constitución dice que entre las atribuciones del Congreso está "Examinar anualmente todos los actos del Poder Ejecutivo y aprobarlos, si son ajustados a la Constitución y a las leyes", piden públicamente al presidente de la República que en su calidad de presidente de un partido viole la nueva Constitución dominicana: le entregan cartas y organizan actos pidiendo que haga caso omiso al Artículo 124 que reza "El Poder Ejecutivo se ejerce por el o la presidente de la República, quien será elegido cada cuatro años por voto directo y no podrá ser electo para el período constitucional siguiente".

La forma de eliminar las amenazas que se ciernen sobre nuestro congreso es ayudándolo a respetar la Constitución dominicana.

Ramón Tejada Holguín
Perspectiva Ciudadana
El Caribe 6 Abril 2011
 
Imagen primera: Robada a Banksy.
Imagen segunda: Foto que hice al momumento al Holocausto, Miami, Florida.