Lo que será, será

La nigromancia es el arte de la predicción del futuro a través de la invocación a los espíritus. Quienes la practican se llaman nigromantes. Las palabras de los diversos líderes políticos dominicanos se asemejan a los espíritus: son ligeras, invisibles, inasibles y pocas personas pueden conceptualizarlas.

La política dominicana tiene un lenguaje secreto en el cual no existen ni el "sí" ni el "no". Para algunas brujas existen "sí" y "no", pero "sí" significa no, y "no" significa sí. Druidas babilónicos plantean que cuando un líder hace lo imposible para evitar decir "sí" o "no" en realidad está diciendo "soy como He-Man, tengo el poder, negocien conmigo, soy quien reparto las bendiciones en forma de dos millones de votos que tengo en mis manos, soy el sumo sacerdote guardián del cofre que contiene la pócima necesaria para gobernar estos tres cuartos de isla que ya me queda chiquita".

Según la nigromancia, lo que dice un líder político tiene un sentido distinto al que tienen las palabras para el común de las personas, los simples mortales. En su boca, las palabras son conjuros que construyen realidades en las que ni usted ni yo somos usted y yo, pero podemos ser ese tipo de gente que no sabe cómo se hace política en el país y no entiende que el líder no se debe a sí mismo sino a un grupo de alabarderos que le atosiga para que siga en donde un papel llamado Constitución le dice de mil maneras que no puede seguir. No, no es confuso, estoy hablando claro, muy claro, y si no me entienden, pues aprendan nigromancia política a la dominicana.
No lo olviden, nigromantes son quienes quieren saber si él va o no a la reelección. Ya sé que mis años de estudios en la universidad y la lectura de tantos libros se han vuelto obsoletos. Como soy un hombre moderno que me gusta estar actualizado y saber qué pasa con el sistema partidario estoy haciendo un curso de hechicería avanzada por correspondencia. Soy estudiante libre de la respetable escuela en la cual Harry Potter obtuvo su doctorado en brebajes para crear zombis institucionales.

No me da vergüenza admitirlo, estoy sustituyendo el análisis del discurso por las barajas. Cambiando el estudio de la realidad concreta por la lectura de la taza. He descubierto que la historia política, del trujillismo al balaguerismo, nada nos enseña, por lo que me parece más estimulante y creativo desentrañar el futuro del sistema político dominicano en las tripas de un cerdito jondeado a la multitud por Amable Aristy Castro.

Echo las cartas para saber qué significa el acto del domingo y la torre de Babel se hace presente: el Rey de Diamantes dice que no va, la Jota de Espadas quiere ir y el As de Corazones siente que debemos preocuparnos más por los verdaderos problemas nacionales, ya que las cosas se decidirán el 10 de abril, cuando los oficiantes peledeístas se reúnan y tomen la decisión que les fue encomendada. Como pichón de nigromante veo en el futuro la realización de unas internas y él fungiendo como el gran árbitro.

Ramón Tejada Holguín
El Caribe
Perspectiva Ciudadana
29 de marzo 2011