Estrategia Nacional de Desarrollo, Negociación y Dialogo

Sabemos que la Estrategia Nacional de Desarrollo es una excelente oportunidad para lograr que los diversos grupos del país empujen el carruaje nacional en el mismo sentido. Puede ser un espacio de diálogo y negociación de primer orden. Pero, enfrenta dos grandes retos.


El primero: los diálogos que se han realizado llegan a conclusiones con las cuales nadie queda satisfecho, pero la mayoría fingen, por eso ante cualquier oportunidad pelean por volver a la posición anterior. Una forma de conjurar ese monstruo es haciéndole caso a Roger Fisher, William Ury y Bruce Patton, que en su texto “Sí... de acuerdo. Cómo negociar sin ceder”, sostienen: “cualquier método de negociación puede ser juzgado equitativamente por medio de tres criterios: debe producir un acuerdo sabio y prudente, si es que ese acuerdo es posible; debe ser eficiente y debería mejorar o por lo menos no dañar, la relación existente entre las partes”. Nunca ha sido más actual este libro, ni más importante este consejo.

Según los autores mencionados las etapas de las negociaciones son cuatro: 1) preparar, 2) negociar, 3) revisar y evaluar y 4) pactar y comprometerse. En el pasado se han llevado a cabo las primeras tres etapas y donde más se ha fallado ha sido en cumplir con lo prometido. Quizás porque en el fondo los negociadores han querido abarcar más de lo que pueden.

El segundo reto es no crear demasiadas expectativas. En efecto, no debe venderse la Estrategia Nacional de Desarrollo como si fuera a resolver todos los problemas nacionales de una vez y por todas. La mejor forma de hacer fracasar un diálogo es colocando objetivos que sobrepasan las posibilidades de los actores. Hay que darse objetivos modestos y colocarse metas factibles. Si el diálogo tiene éxito en esta meta, entonces se procede a avanzar más allá.

Ramón Tejada Holguín

Perspectiva Ciudadana
9 -Septiembre-2010

La elección de una Junta Central Electoral según la Nueva Constitución

El Senado de la República se apresta a elegir la nueva Junta Central Electoral (JCE) y desde el inicio de la convocatoria podemos augurar dificultades, y la conformación de una JCE que en términos técnicos no esté a la altura de las necesidades. ¿Porqué? Según el Senado los requisitos para ser miembros de la JCE son "ser dominicano de nacionalidad, tener 35 años de edad, ser doctor o licenciado en derecho, tener 12 años mínimos de ejercicio profesional y estar en plenos derechos civiles y políticos, así como de conducta intachable, transparencia e idoneidad".

¿Todas las personas miembros de la JCE deben ser abogadas? El perfil no se corresponde con las funciones que según el artículo 212 de la Constitución del 2010 la JCE tiene: "La finalidad principal de la JCE, será organizar y dirigir las asambleas electorales para la celebración de elecciones y de mecanismos de participación popular establecidos por la presente Constitución y las leyes." La responsabilidad principal de la JCE será organizativa, ya no tiene funciones de tribunal, y sus relaciones con las leyes serán las mismas que cualquier otra institución del país. La JCE, según la nueva Constitución, hará las funciones que antes sólo le correspondían a la Cámara Administrativa.

Para nadie es un secreto lo costoso que resultan los procesos administrativos en la actual JCE y la ineficiencia con que manejó la Cámara Administrativa la automatización del registro civil y su relación con la empresa SOMO. La nueva JCE necesita personas con experiencia en el plano de la gerencia, en especial la gerencia pública, que conozcan de procesos administrativos que coloquen el énfasis en lograr eficiencia y equidad en los servicios públicos, que elaboren un modelo de calidad en la atención. No requiere solo abogados y políticos que vayan a privilegiar su área de conocimiento, por lo cual todo lo quieren resolver litigando y prestan poca atención a ofrecer servicios públicos de calidad en la JCE.

Cámara Administrativa de la Junta Central Electoral 2006-2010
La Constitución es clara: la nueva JCE no sólo organiza las elecciones, sino que además tendrá como dependientes "el Registro Civil y la Cédula de Identidad y Electoral", lo que significa que la carga de actividades en el área gerencial será enorme. Y sin embargo, el Senado quiere poner sólo "abogados con 12 años mínimos de ejercicio profesional". Ahora bien, no sostengo que abogados y abogadas no puedan optar por ser miembro de la JCE, pueden hacerlo, lo que no deben es ser los únicos. De hecho la JCE necesita ser conformada por un equipo multidisciplinario en su dirección. Politólogos y científicos sociales pueden ser de gran ayuda para evaluar y mejorar los mecanismos de participación popular que la JCE tiene a su cargo. Gerentes, cientistas sociales y abogados, son necesarios. Hay experiencias, en México el presidente del Consejo del Instituto Federal Electoral (IFE), equivalente a la nueva JCE es doctor en Ciencias Sociales, y el director ejecutivo es Licenciado en Filosofía y Letras.

Ramón Tejada Holguín
7 de septiembre 2010
El Caribe

Julia, Junot, Franklin y la "mano visible" que moldea los gustos literarios

Sostiene Franklin Gutiérrez: "En cuanto al mercado en inglés, las voces conocidas son las de Junot Díaz y Julia Álvarez, un fenómeno para discutirse aparte, porque hay otros casos como Angie Cruz y Loyda Maritza Pérez, que han escrito lo mismo que ellos pero no han trascendido de igual modo. Pero a Junot y Julia les favoreció el hecho de que el mercado norteamericano estaba buscando dos figuras para comercializar la literatura de una comunidad como la dominicana que ya tiene millón y medio de habitantes en Estados Unidos y no contaba con representantes literarios importantes. Y entonces los eligieron a ellos." (Entrevista realizada por Luis Martín Gómez y publicada en el Diario dominicano Hoy el 3 de septiembre del 2010)

Gutiérrez ofrece una opinión, sólo una opinión que puede estar motivada en múltiples razones. ¿Puede dicha opinión ser vista como proveniente de un análisis o estudio sobre la literatura escrita por autores de origen dominicano en "los" USA?

1. Para que sea un juicio literario basado en un estudio exhautivo y  honesto debe responder las siguientes preguntas: ¿Por qué él y ella, y no otros? ¿Sus lectores provienen de la comunidad dominicana, de ese millón y medio que dice Gutiérrez o provienen de otros ámbitos? No sé mucho del mercado del libro estadounidense, pero, ¿cuántos de ese millón y medio compran libros en inglés, o traducciones de libros en inglés? Recordemos que los autores señalados por Gutiérrez escriben en inglés. ¿Realmente es apetecible el millón y medio de dominicanos que vive en Estado Unidos para el mundo editorial en inglés? Sabemos que hasta las librerías especializadas en textos dominicanos quiebran o la pasan mal en New York.

2. Su argumento de que "el mercado norteamericano buscaba dos figura para comercializarlas" choca con varios hechos: 1. Julia y Junot no son contemporáneos, sus momentos de emergencias difieren substancialmente, 2. no se puede hablar del mercado como una unidad que decide tomar esta o aquella, por encima de la otra y el otro, sin demostrar que existe una cierta homogeneidad en ese mercado, o al menos un a mano visible que lo mueve.

¿Hay evidencias de que sea así? Creo que no. Julia y Junot surgen en coyunturas distintas, el texto que da a conocer a Julia es "How the García Girls Lost their Accents", de 1991, antes, en 1986 había publicado un libro de poesía, la editorial que publica a Julia es Algonquin Books of Chapel Hill. Junot se da a conocer con Drown y lo publica Riverhead en el 1997. Él publica 6 años después que ella y en editora distinta, por lo tanto es difícil demostrar que ambos forman parte de un mismo proyecto de la mano visible de un mercado manipulado para favorecer a esos dos.

3. Pero, además que él y ella surgen en coyunturas distintas, Angie y Loyda vienen después de ambos. O sea que no puede decir: "porque hay otros casos como Angie Cruz y Loyda Maritza Pérez, que han escrito lo mismo que ellos pero no han trascendido de igual modo". Porque los cuatro comenzaron a publicar en momentos distintos, no se puede decir que coexistieron en una misma coyuntura y hubo que elegir entre ellos.

En efecto, la primera novela de Angie Cruz es Soledad, de una editorial distinta a las anteriores, Simon & Schuster,y se publico en el 2001, a diferencia de Julia y Junot que nacieron en Dominicana, ella nación en New York. Pero, en su biografía coloca el acento en que es descendiente de dominicanos. En cierto sentido ¿para el mercado "gringo" sería más lógico vender alguien así?. La novela de Loyda Maritza Pérez "Geographies of Home", se publica en Penguin, en el 2000. ¿No sería más probable decir que, como ha ocurrido con otros mercados, Julia y Junot le abren las puertas a estas autoras que Gutiérrez quiere poner como ejemplo de que Julia y Junot son producto de la mano visible de un mercado que buscaba escritores dominicano?


4) Sostiene Gutiérrez "que han escrito lo mismo". Frase que como todo es sólo una opinión de un lector, pero que no se sostiene cuando se hace un estudio de los textos de Julia y Junot, para poner el ejemplo de los más conocidos. La literatura de Julia y Junot están en las antípodas. No son estilos asimilables, ella es más convencional en lo que narra y la forma en que lo narra, es más políticamente correcta. Él, en particular en Oscar Wao, es más libre, desmadrado, cachondo, novedoso.

5) Finalmente, sería bueno que Gutiérrez nos respondiera las siguientes preguntas: ¿Cuál es la característica de la coyuntura que posibilita el surgimiento de Julia y Junot? ¿Quien dirige ese mercado? Ya vimos que no podemos decir que es la misma editorial ya que cada escritor y escritora de origen dominicano señalado por Gutiérrez trabaja con una editora distinta. Incluso todos enseñan en universidades estadounidenses, y lo hacen en universidades distintas. Son preguntas que hago con mucho respeto, y respetando el derecho a opinar que tiene todo el mundo, ah, me gustaría conocer el método de investigación literaria que sostienen intelectualmente los argumentos de Gutiérrez.

Ramón Tejada Holguín
5 de Septiembre 2010