Con el mismo empeño


El Presidente se empeñó en construir la primera línea del metro, y a pesar de la gran oposición que generó dicha obra, la construyó. Hay evidencias de que no es rentable, además el problema del transporte sigue intacto, y las mafias del transporte de pasajeros que brindan el peor servicio del mundo siguen tan campantes como el escocés aquel.

Mucho cuesta el mantenimiento de esa primera línea, pero el mandatario puso su empeño y la construyó. Muchas veces me he preguntado por qué no hace el Presidente una apuesta similar con la educación, la vivienda, la salud o la lucha contra la corrupción. O ¿la hace?

Dice el Presidente que nuestra economía ha crecido y es posible que sea cierto. Según su discurso nos colocamos por encima de la media de la región ya que "la República Dominicana, junto a Bolivia, alcanzó la más alta tasa de crecimiento en América Latina el año pasado, con un 3.5%".

Pone empeño el Presidente en mantener la estabilidad macroeconómica y el crecimiento, casi tanto como en construir el metro. Ha celebrado, y con razón, que: "A pesar de ser una tasa de crecimiento por debajo de los niveles históricos acostumbrados en nuestro país, debemos sentirnos más que satisfechos de que en medio de las turbulencias de la crisis financiera global, la República Dominicana terminase equiparada el año pasado con el mayor índice de crecimiento económico de toda América Latina".

Debemos aplaudirlo. Pero también hemos de preguntar lo siguiente: ¿Por qué este crecimiento no se ha traducido, en términos reales, en bienestar para la mayoría y en inversión en los sectores claves para el futuro como son la educación, la salud, y las políticas sociales en general?

En efecto, hay cifras que sugieren que este desempeño notable de la economía dominicana no ayuda a construir un mejor futuro para la nación, porque no se traduce en bienestar para la mayoría. Basta observar lo rezagado que está el país en la inversión en las políticas sociales. El gasto social promedio de la región es de 15%, pero en nuestra nación es de 9%.

O sea, las autoridades de esos países, que según el discurso presidencial de rendición de cuentas, han sufrido las consecuencias de las crisis económica más que nosotros y al mismo tiempo han crecido menos que la República Dominicana, invierten más en las personas, que las autoridades de nuestro país.

A pesar de que Dominicana ha crecido en un 3.5%, y el resto de la región se ha estancado o ha crecido menos. La inversión que hacen nuestras autoridades en educación y salud es raquítica cuando se compara con el promedio de América Latina: 8% frente a 3%. Nuestro crecimiento de 3.5% es notable pero no se traduce en políticas de bienestar para las mayorías.

El Presidente ha hecho una nueva apuesta por la construcción de una segunda línea del metro, a pesar del atraso en política social. Lo dijo claro en su discurso de rendición de cuentas: "Aún mantengo la confianza de poderles invitar de nuevo a que me acompañen a su inauguración en febrero del 2012". Quizás la construya y ojalá la segunda línea no sea un elefante blanco.

Yo humildemente sueño con que el Presidente ponga ese empeño en mejorar la educación, la salud, o apoyar de manera decidida la lucha contra la corrupción.

Ramón Tejada Holguín
El Caribe 1 de Marzo 2010.

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