El artículo 30 de la Constitución de la República Teocratica Dominicana. Para Pelegrin Castillo

1. Las aristas del debate sobre la interrupción del embarazo y el artículo 30 de la Constitución Dominicana. Dedicado a Pelgrin Castillo porque ha sido el que colocó dicho artículo durante el proceso de debate sobre el contenido de la Reforma Constitucional.

Este debate tiene varias aristas, y hay una de esas aristas que requiere atención inmediata, la otra requiere de paciencia y dialogo. Lo que requiere atención inmediata es el intento de colocar en la Constitución Dominicana el artículo 30, que dice: “El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte”. No había un artículo de esa naturaleza en nuestra Constitución, ni en la de ningún país del mundo occidental, ni en los de mayoría católica o protestante.

Si ese artículo dijera “El derecho a la vida es inviolable”, todos vamos a estar de acuerdo. ¿Por qué razón algunas personas no queremos que se incluya lo “desde la concepción”? Porque si se incluye desde la concepción no se podrían realizar investigaciones con células madres porque sería inconstitucional. Porque si se pone desde la concepción no se podrían realizar inseminación artificial, o el in vitro que tanto ha ayudado a parejas cristianas que no pueden tener hijos. Ese es el tema actual, evitar que seamos el hazme reír del mundo, colocando en nuestra Constitución algo que no existe en ninguna Constitución, ni siquiera en la Constitución del Vaticano. Ese es el primer aspecto.

Si se acepta ese “desde la concepción en caso de que un médico o la familia de un médico deba elegir entre interrumpir un embarazo porque la madre corre riesgo o dejar que mueran madre e hijo porque no puede interrumpir el embarazo, entonces morirán los dos madre e hijo, porque el médico no podrá interrumpir el embarazo ya que eso es inconstitucional. Es por eso que aún personas que se oponen al aborto, rechazan el intento de incluir el artículo 30 en nuestra Constitución.

La segunda parte de este debate es "si se deja penalizado la interrupción del embarazo o aborto, tal cual está ahora o si se despenaliza". Ese debate, debe sostenerse en el marco de los códigos y las leyes, y no en el de la Constitución. Por favor, notemos de qué va la cosa, antes de continuar un debate que se lleva por caminos que no son. Ningún legislador, ni ninguna legisladora, están actualmente pidiendo que se despenalice el aborto en la Constitución. Por el contrario, son otros sectores que quieren meternos un artículo que va contra el desarrollo científico.


2. Una vez aprobado en primera lectura del artículo 30, mi reacción es la siguiente: ¿Qué vida defienden esas personas? Esos que por un lado se oponen a la educación sexual científica en las escuelas, con el baladí argumento de que despierta la curiosidad, cuando todas las investigaciones sociodemográficas sostienen que a mayor nivel de educación sexual mayores probabilidades de retrasar la primera relación sexual, y de no ser madre adolescente, esas personas que se oponen a los anticonceptivos modernos y dicen que el método del ritmo es lo mejor (pienso que el método del ritmo sólo es bueno, si se inicia haciendo el amor a ritmo de merengue apambichao y términamos a lo maco), y esa misma gente promueve el adefesio de artículo 30, demostrando que no les importa la vida de las mujeres pobres, que no tienen para pagar abortos seguros y a escondidas. Porque al fin y al cabo serán ellas las afectadas, las demás tienen dinero para hacerlos en condiciones seguras.

Ha triunfado con la aprobación en primera lectura, la hipocrecia infita de unos que se dicen representantes de Dios en la tierra, pero niegan a otros y otras esos placeres de los que disfruta. Esa es la verdad.

Admito que en el caso de algunos diputados, pocos, los mueve un fundamentalismo sincero y un autoritarismo jodido: los mueve ese deseo desbocado de controlar las vidas ajenas y los cuerpos de las mujeres. Los mueve no saber que la obra de Dios (Opus Dei), no ha sido jamás la flagelación del cuerpo, Cristo vino a salvarnos de eso. Pero, a otros y otras los mueve la estulticia absoluta, el miedo, la timoratez, el hacerse graciosos y graciosas a un poder establecido.

La salud pública dirá las consecuencias de tanta iniquidad, hipocrecia, estulticia, fundamentalismo, y autoritarismo.

3. Carta a Pelegrin

Estimado Pelegrin:

No cuentes con mi apoyo para ningún proceso electoral, y estoy tratando de que personas de tu circunscripción que han votado por ti, no lo vuelvan a hacer, ya recibirás algunas comunicaciones de ellas.

Pelegrin, sabes que te tengo aprecio y respeto y en más de una ocasión he dicho que eres uno de los mejores diputados. Hemos conversado en diversas ocasiones sobre diversos tópicos, y salvo el tema haitiano, no teníamos grandes contradicciones.

De hecho en algunos espacios había dicho yo que Pelegrin Castillo es un socialdemócrata que no sabe que lo es. Pero la forma en que introdujiste y has defendido el articulo 30 de este proyecto de Constitución es sencillamente una barbaridad.

Este artículo tiene muchas aristas, no sólo incluye el tema de la interrupción del embarazo, sino el de las investigaciones cientificas, el de la posibilidad de mujeres cristianas y sin religión y de otras religiones que no pueden tener hijos, puedan tenerlos a través de procedimientos científcios.

Dentro de poco tiempo empezaré a vivir en tu circunscripción, no cuentes con mi voto, y si el artículo 30 pasa en segunda lectura, te prometo que haré lo posible porque mi entorno no vote por ti. Ojalá algún dia entiendas que lo que haces tiene consecuencias funestas para las más pobres y vulnerables.



Si estás de acuerdo y deseas escribirle a Pelegrin, en especial si has sido su votante escribe a la siguiente dirección electrónica, y remitele en papel una cartita a su bloque en el Congreso Nacional:

pelegrincastillofnp@hotmail.com


Ramón Tejada Holguín