Elecciones 2008: ¿un rompecabezas al que le falta piezas?


Las cuatro encuestas Noxa-Cies-Clave ofrecen pistas para el análisis del sistema político, el estudio de la transición de liderazgo y sugieren el nivel de votación probable de cada uno de los candidatos. Cada encuesta retrata un aspecto de la realidad en un momento determinado: ya se ha dicho son una instantánea de una parte de la realidad, no ofrecen certezas y seguridades, pero sí tendencias y probabilidades de ocurrencia de los fenómenos estudiados.

En nuestro caso tenemos cuatro momentos, cuatro fotografías instantáneas, que ofrecen información para observar la marcha de la campaña proselitista de este año del señor del 2008. Las encuestas de preferencias electorales no sólo buscan indagar sobre las probabilidades que tiene cada candidato de ganar, sino que, nos permiten elaborar hipótesis sobre las motivaciones de las personas para votar a cada candidato.

¿Cuáles elementos influyen en la decisión de votar a uno u otro candidato, según la Noxa-Clave-Cies?

Desde la primera encuesta, realizada en octubre del 2007, la mayoría de las personas tendían a percibir que la situación económica del país era mala o muy mala y, sin embargo, la intención de voto favorecía al presidente y candidato a la reelección. La relación entre la percepción negativa de la economía y las posibilidades de un candidato a la reelección, se supone que es inversa. Es decir a medida que aumenta la percepción negativa de la marcha de la economía del país se reducen las probabilidades que tiene el candidato a la reelección de ganar.


Sin embargo, Leonel Fernández tendía a crecer, alcanzando más del 50% en la tercera encuesta realizada en Febrero 2008, manteniéndose por encima de dicho porcentaje hasta la última encuesta. La preferencia por Miguel Vargas Maldonado, el principal contendiente, se mantuvo estable durante las tres primeras encuestas, y sólo en la última creció seis puntos porcentuales llegando a 37%.

A medida que aumentaba la intención de votos por Fernández, se reducía la percepción de que la situación económica nacional estaba mal o muy mal. Pasando dicha percepción de 64% en octubre del 2007, a 59% en febrero del 2008, quedando en 54% a finales de marzo de este año.

Una revisión de esta percepción según el partido por el cual votaron en el 2004, muestra que en todas las encuestas alrededor del 80% de los votantes del PRD percibía la situación económica del país como mala o muy mala, mientras que entre los que votaron por el PLD, se reducía esta percepción, pasando de 49% en octubre del 2007, a 37% en marzo del 2008.

Se podría argumentar que en octubre del 2007 el presidente no había logrado convencer a una parte importante de sus votantes del 2004. Lo que sugiere que la intención de voto por el PLD se vio afectada por la lucha interna, logrando sólo un 42% en la primera encuesta y un 45% en la segunda. El éxito de Fernández y el PLD fue concitar de nuevo el apoyo del segmento del electorado que le votó en el 2004, y modificar su percepción sobre la marcha de la economía.

La mayoría de los votantes del PRD en el 2004 se mantuvieron apoyando al candidato desde la primera encuesta realizada en octubre. Por lo que la estrategia de este partido debió centrarse en la conquista de los votantes que no habían decidido apoyar al candidato a la reelección, y que habían votado en contra de Hipólito Mejía en el 2004. La estrategia final de este partido de incorporar a Hipólito Mejía y de no distanciarse de su proyecto político no iba en consonancia con lo que sugerían las encuestas realizadas para Clave.

¿Cómo hacerlo? Ese era el reto del PRD. Las encuestas mostraron que la percepción sobre la marcha de la economía tenía poca influencia en la decisión de votar, por lo que había que investigar otros factores. Obviamente, si se trataba de conquistar a quienes votaron en contra de Mejía, de alguna manera había que distanciarse de este y de su proyecto político.

¿Podría ser la corrupción uno de esos factores?

Las tres primeras encuestas muestran a Leonel Fernández en ascenso, a Miguel Vargas estancado y a Amable Aristy en picada. Las demás opciones nunca alcanzaron porcentajes de intención de voto significativos. El PRD basó su campaña en denunciar la corrupción existente. Se centró en un contrato de 130 millones de dólares con la Sun Land. El caso fue llevado a la justicia, y reposa un injusto sueño en la SCJ. Una comunicadora independiente, Nuria Piera, mostró imágenes de personas de los comités intermedios del PLD cobrando cheques en instituciones del Estado. Estos escándalos no debilitaron la tendencia ascendente del PLD. ¿Será que la corrupción no influye en la intención de votos?

La encuesta de marzo indagó si existía la percepción de que la corrupción era inevitable porque formaba parte de la forma en que actúan los partidos políticos: el 43% de las personas entrevistadas estuvo de acuerdo con dicha idea, el 39% no lo estuvo. El porcentaje restante ni estaba de acuerdo, ni en desacuerdo. Los datos sugieren que la percepción de corrupción influye poco en la decisión de votar, porque la mayoría perciben que los partidos comparten niveles de corrupción similares. Por lo que para decidir por quién votar toma en cuenta otros aspectos.

¿Sólo el clientelismo es la base de la intención de votos?

Se ha dicho que Fernández conserva un primer lugar gracias al clientelismo, los programas sociales y la compra de dirigentes. El papel jugado por estos aspectos, lamentablemente, no puede ser evaluado por las encuestas. Pero, si tomamos en cuenta que el clientelismo ha sido una constante de la sociedad y que durante el intento de reelección de Hipólito Mejía se hizo uso de los recursos del estado y de los medios de comunicación intervenidos necesitaríamos encuestas similares para establecer las diferencias y similitudes entre el intento reeleccionista de Mejía y el de Fernández.

El PLD, es indudable, ha “invertido” en esta campaña más recursos que otros partidos. Pero, es necesario analizar con más detenimiento el “mercado” electoral dominicano para comprender la autentica influencia de estos aspectos en la decisión de votar de las personas.

Se encuentra la determinación de esta influencia, entre las piezas faltantes de este rompecabezas. Pero, las encuestas sugieren que la ausencia de liderazgo en el seno de los demás partidos, y la inexistencia de un contrapeso creíble por la ciudadanía, son factores que se unen al clientelismo en la explicación del resultado final de este proceso eleccionario.

Los pronósticos

Las estimaciones del voto de la cuarta encuesta sugieren que Fernández podría ganar en primera vuelta electoral con cerca de un 52% (lo que lo ubica, en términos tomando en cuenta el margen de error entre 50% y 54%) de los votos, Miguel Vargas Maldonado podría alcanzar un 37% (entre 35% y 39%) y Amable sería votado por un 9% (entre 7% y 11%).

En el último tramo el PLD tuvo que enfrentar la situación más difícil de toda la campaña: el aumento de los precios de los alimentos y de los combustibles a nivel internacional. Ambos aspectos combinados con la crisis estadounidense repercutieron con fuerza en el país. El aumento de los subsidios a diversos sectores y la creación de nuevos subsidios fue el camino elegido para reducir sus consecuencias políticas.

Si estos subsidios, sumados a los programas asistenciales, y las promesas realizadas por el presidente revirtieron las consecuencias negativas de los fenómenos señalados, los resultados electorales serán similares a las estimaciones del voto que realizó la encuesta. De todas maneras, en el escenario de una segunda vuelta, las encuestas sugieren que Fernández podría tener una cómoda victoria sobre cualquiera de sus contrincantes.

Conclusiones: ¿el liderazgo de Fernández y la ausencia de contrapeso explican el apoyo a la reelección?

En las cuatro encuestas Noxa-Cies-Clave, el PLD y Fernández fueron percibidos como que tenían mejores condiciones para enfrentar los retos del país. La imagen positiva del PLD tendió a crecer en las tres primeras encuestas, reduciéndose en la cuarta. La valoración de Fernández en las cuatro encuestas se colocó por encima de sus contrincantes como se puede observar en el cuadro “valoración de los candidatos”.

En apariencias el PLD consolidará sus votantes del 2004, el PRD podría lograr conservarlos e incluso crecer un poco más, mientras que el PRSC tiende a transformarse en una franquicia política minoritaria. En este sentido, podría evidenciarse un retorno al bipartidismo.

No hay evidencias del surgimiento de nuevos liderazgos. El tránsito de militar a Político de Pedro de Jesús Candelier ha sido un fracaso. En todas las encuestas fue el candidato con la tasa de rechazo más alta. Pasando de 67 el porcentaje de personas que en la primera encuesta decía que nunca votaría por este candidato a 72% en la cuarta y última encuesta. Este alto porcentaje a lo largo de todo el proceso revela que el rechazo por este candidato no fue coyuntural. Los demás candidatos no lograron posicionarse como oferta electoral atractiva.

La serie de encuestas sugieren que la valoración positiva del PLD y de Leonel Fernández está relacionada con la percepción de que los candidatos y partidos de la oposición resultan peores opciones que la reelección. Una vez finalizada las votaciones, el formidable reto del PRD, si desea volver a ocupar un puesto de primacía en el sistema partidario, será convencer a la ciudadanía de que debe olvidar los fantasmas del pasado pecaminoso del PRD y sólo recordar aquel partido que otrora fue el más cercano a las masas, a los pobres, a los excluidos.




Ramón Tejada Holguín
Publicado en el Semanario Clave
15 de Mayo 2008