De Fraudes, economistas que no forman equipos y declaraciones que deben ser economizadas

Julio Ortega Tous, presidente del Consejo de Asesores Económicos del Gobierno, negó que la “quiebra” de tres bancos haya tenido que ver con la crisis económica y agrego: "nosotros tuvimos que aclarar que realmente la crisis bancaria fue el resultado de una política económica y una práctica de gestión que se vinieron incubando en los dos años anteriores".

Leí la declaración una y otra vez, con cierto estupor. Busqué otras fuentes para saber si efectivamente tal habían sido sus declaraciones, todas la confirmaron. Hasta las palabras que usó el Presidente de Asesores Económicos me aturdieron. Habló de “quiebra de bancos” y “crisis bancarias” y no de “fraudes bancarios”. Ni quiebra, ni crisis implican responsabilidades penales, mientras que cuando hay fraudes, hay culpables a los cuales hay que someter a la justicia.
Siempre se dijo que existía la posibilidad de que las personas responsables de los fraudes bancarios fueran enjuiciadas porque los organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presionaban al gobierno para que lo hicieran. Pero Ortega acaba de decir que el equipo económico les aclaró a estos organismos que no hubo fraudes bancarios sino que a consecuencia de una crisis económica algunos bancos colapsaron y se fueron a la quiebra.

O sea que los bancos quebrados no tienen cuota de responsabilidad en la crisis económica, ni los banqueros son responsables de lo ocurrido con sus bancos. Varias preguntas me asaltaron, así como me sentí asaltado por los culpables de los fraudes bancarios: ¿No habrá presión internacional para juzgar a los culpables de los fraudes? Sí, escribí fraudes bancarios ¿Significan estas declaraciones que “el equipo económico” nos lleva pá lante camino hacia la impunidad?
No sé bien a cuáles organismos internacionales se refería el presidente del Consejo de Asesores Económicos del Gobierno, pero parece que al menos uno llamado Fondo Monetario Internacional –FMI- no pudo ser convencido por la sapiencia de los economistas (¿se deberían economizar sus palabras?) que asesoran al gobierno.

El 1 de febrero del 2005 el FMI distribuyó una nota de prensa sobre la firma del acuerdo con la República Dominicana. Hay una parte donde se dice que "la República Dominicana está emergiendo de una crisis económica causada por el descubrimiento de un fraude en el sector bancario en 2003-2004". O sea que si bien el gobierno intentó convencer a los organismos internacionales de que "las quiebras" de los bancos, o la Crisis bancaria fue causada por el gobierno anterior y fueron consecuencias de la crisis y no factores causales, el FMI piensa que "los fraudes" bancarios fueron las principales causas de la crisis.

La nota está en inglés y dice textualmente: "The Dominican Republic is emerging from the economic crisis caused by the uncovering of a banking sector fraud in 2003-04. This, together with the failure to implement key elements of the Fund-supported program, had undermined confidence and set off a vicious circle of economic deterioration" ( Ver la nota completa en : http://www.imf.org/external/np/sec/pr/2005/pr0518.htm ) Parece el presidente del Consejo de Asesores Económicos del Gobierno tampoco pudo convencer a todos los miembros del equipo económico, ya que según declaraciones del Superintendente de Bancos, Rafael Camilo, “el colapso de los bancos en los años 2003 y 2004 se debió a fraudes, pero la administración trabaja para establecer un sistema de supervisión para evitar que esto vuelva a ocurrir” (Periódico Hoy, viernes 4 de febrero: http://www.hoy.com.do/app/article.aspx?id=35761).

Eso es reconfortante y preocupante a la vez. Reconforta saber que el Superintendente de Bancos estás consciente de la necesidad que hay de impedir que un hecho como ese vuelva a ocurrir. Preocupa saber que hay indicios de que el “equipo económico” del gobierno se encuentra dividido en estas cuestiones. Uno de los factores que contribuyó a agudizar las consecuencias de la crisis en la República Dominicana, según mi humilde parecer, fue la inexistencia de un equipo económico articulado, trabajando con una sola meta y un solo norte.

El desorden económico del gobierno de Hipólito Mejía se relaciona mucho con estos hechos. ¿No aprendimos la lección? ¿No sabemos lo necesario de tener un equipo económico que habla con una sola voz, que trabaja como una maquinaria engrasada y cuyas contradicciones no deben ser ventiladas en público?

Pero, retornando al tema que nos ocupa y reconociendo que no soy una persona tan ducha como el Presidente de Asesores Económicos en esos asuntos de la economía pregunto: 55 mil millones de pesos usados por las autoridades pasadas para “salvar” a los ahorrantes del BANINTER, más del 80% de los cuales eran grandes ahorrantes, ¿no tuvieron que ver con la crisis económica? 23 mil millones que costó el caso BANCREDITO, ¿no tienen que ver con la crisis económica? La chilata de más de 7 mil millones del MERCANTIL, ¿no tiene que ver con la crisis económica?

Como lego creo que los fraudes bancarios por sí sólo no explican la magnitud de la crisis económica. Otros factores contribuyeron a ella y algunos de esos factores pueden ser asumidos como responsabilidad del gobierno de Hipólito Mejía. La inversión que hizo para lograr controlar el Congreso Nacional y así modificar la Constitución, la irresponsabilidad en el uso del erario, el endeudamiento externo, la corrupción, la ausencia de un equipo económico bien articulado, el clientelismo y el rentismo, son elementos a tomar en cuenta.

Pero, indudablemente que los fraudes bancarios jugaron un papel de primer orden en el agravamiento de la crisis económica. Los informes elaborados por el FMI sobre los casos de los fraudes bancarios sugieren que las autoridades no ejercieron correctamente su labor de regulación y supervisión de las entidades financieras. Pedimos castigo ejemplar para los culpables de los fraudes bancarios y sus cómplices. Tanto para los funcionarios públicos que se hicieron de la vista gorda, como para los banqueros que engordaron sus bolsillos.

Ramón Tejada Holguín
Clave Digital
08/febrero/2005