Los perros hueveros de la política criolla

A los perros hueveros les queman el hocico y siguen comiendo huevos. Como si ser hueveros formara parte de sus almas perrunas. El refrán se usa para decir que hay gente cuya tozudez los lleva a repetir los mismos errores, o como indicador de que hay conductas, generalmente negativas, que son difíciles de cambiar.

Esta sentencia no me agrada, porque creo en la humanidad y pienso que cada hombre y cada mujer es capaz de modificar su comportamiento, de eliminar eso que en el campo llaman "malas mañas". Aunque a veces me rindo ante las evidencias, en especial cuando pienso en algunos congresistas dominicanos. Volviendo al tema de los perros hueveros, creo que hay que tomar en cuenta otro aspecto: ellos están supuestos a cuidar a las gallinas y lo que hacen es robarles sus huevos y no dejan que los empollen evitando así el nacimiento de hermosos gallitos quiquiriquís. A veces pienso que algunos congresistas son como los canes amantes de los huevos y en vez de vigilar lo que se pone a su cuidado lo usan para beneficio propio e insisten en las mismas mañas no santas. ¿Será que la humanidad puede redimirse, pero hay políticos y congresistas que están hechos de otra materia?

Cambiando un poco, sólo un poco de tema. A principios de la semana pasada el vicepresidente del Senado, doctor César Matías, y los senadores perredeístas Pedro Antonio Luna y Enrique Seijas, dijeron que las elecciones congresuales y municipales y las presidenciales debían unificarse porque "la celebración de elecciones cada dos años perjudica la economía y el desarrollo nacional".

El argumento está más gastado que los jeans de un adolescente. Es el mismo que se ha usado desde que en el 1994 se hizo la separación de las elecciones. Pero, además es baladí, carente de fundamento y desmentido por los propios congresistas. ¿No pensaron en el costo de las elecciones cuando en el Senado votaron a favor de la Ley de Primarias de los partidos? Si se aplicara el adefesio de Ley de Primarias, estas resultarían mucho más onerosas que cualquiera de las elecciones presidenciales o las congresionales y municipales. Es decir, que con la aprobación de dicha ley elevan a más del doble el costo de cada elección y someten a la nación a mítines y campañas por más tiempo, y ahora quieren hacer las elecciones juntas porque dizque resultan costosas. Me daría un ataque de risa si no fuera por lo patético de la propuesta, y la seriedad con que los congresistas del PRD plantearon el asunto.

Vamos a pensar por un momento que el argumento del costo de las elecciones es el que sinceramente les interesa a los señores senadores mencionados. Hay otras maneras de reducir el costo de las elecciones, sin reformar la Constitución. Por ejemplo, revisando la ley de primarias, dando a la JCE la facultad de supervisarlas y de ser tribunal que vele por el cumplimiento de los estatutos de los propios partidos, y que los mismos partidos organicen sus primarias.

Las elecciones congresionales, municipales y presidenciales son costosas porque los partidos políticos y sus candidaturas no respetan la ley electoral y rechazan todo tipo de reglamentación que abarate el coste de las mismas.

Si se regulara el uso de la televisión y la radio para que quienes sean candidatos o candidatas tengan tiempos similares en el aire para sus spots y no se deba gastar tanto en este renglón y si se respetaran los tiempos estipulados en las leyes para iniciar las campañas se dejaría de gastar más de lo debido y no se seguiría sometiéndonos a costosos precampañas y campañas extenuantes.

Si se deja de contaminar las ciudades con caros y ruidosos camiones provistos de enormes altoparlantes vociferando consignas inaudibles, si se dejara de invertir en filtros computarizados para vendernos candidatos cual si fueran estrellas de cines sin arrugas, con ficticias sonrisas las elecciones fueran más baratas y tranquilas.

En fin que los responsables de hacer los procesos electorales caros son quienes irrespetan la ley electoral y la JCE que no hace cumplir las leyes electorales.

Ya se ha hecho una tradición que cada año para estas fechas algunos y algunas congresistas planteen que se unan las elecciones y se aumente el periodo constitucional actual, para quedarse dos años más sin necesidad de ir a elecciones. Y casi siempre es por las mismas razones: el temor de perder. En el caso actual, ¿esta posición se relaciona al hecho de que el partido de estos senadores perdió en las presidenciales y ellos temen correr la misma suerte? Para no tener que volver al tema de los perros hueveros, le pido que lea el primer párrafo de nuevo. Gracias

Ramón Tejada Holguin
El Caribe
05/enero/2005

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